Francisco de Goya
Francisco de Goya y Lucientes fue uno de los pocos afortunados artistas que gozó del reconocimiento de su obra en vida, y aún en nuestros días es un referente en la pintura española junto a Diego Velázquez, Pablo Picasso o Salvador Dalí. Hoy en su aniversario merece la pena explorar los alcances de su creación artística.
Su trayectoria puede ser dividida en dos periodos. El primero de ellos comprende el trabajo que realizó bajo órdenes de la Real Fábrica de Tapices, en donde realizaba los diseños que adornarían las grandes habitaciones de miembros de la realeza, además de realizar encargos por parte de instituciones civiles y eclesiásticas.
Posteriormente fue nombrado pintor de cámara tras el ascenso al trono de Carlos VI, periodo en el que pintó retratos de la nobleza, aunque seguía produciendo diseños para tapices. La familia de Carlos VI es la obra por excelencia de Goya, cada rostro observado parece estar dotado de una personalidad única, y el juego de luces está orientado a resaltar a las figuras dominantes dentro del cuadro.
En contra parte al éxito que ya había adquirido a sus 44 años, le sobrevino una serie de enfermedades que lo dejarían completamente sordo. Este hecho, más allá de ser desafortunado, provocó un giro importante en la percepción del artista, desató su imaginación y su vida interior. A partir de entonces se enfocó a representar pasajes complejos en su interpretación, en donde reinaba la fantasía, violencia y la oscuridad.
Durante aquella época (1808 – 1818) estaba en curso la guerra de independencia española en contra de las fuerzas napoleónicas. Dicho contexto también influyó en las pinturas de Goya, en las que reflejó críticas a la sociedad, principalmente en torno a las consecuencias de los violentos conflictos armados. Como ejemplo están El 3 de mayo en Madrid y La carga de los mamelucos.
El mayor contraste en toda su trayectoria artística se puede observar en las denominadas Pinturas Negras, 14 escenas sombrías en las que predominan tonalidades oscuras y formas indefinidas que se vuelven macabras a la primera mirada.
Estas obras fueron pintadas en las paredes en el interior de la “Quinta del Sordo”, lugar donde el pintor vivió poco antes de morir, cuando sus diversas enfermedades habían tornado su bienestar en agonía. Goya no pretendía que estas imágenes fueran del conocimiento público, por ello no existe una explicación oficial o interpretación de su contenido.
La condenación de todo artista (al menos de la mayoría) es realizar su mejor producción en sus momentos más desdichados. Con sus pinturas negras, Goya logró adelantarse al movimiento surrealista 100 años antes de que éste apareciera formalmente. Lo anterior producto de una evolución artística a lo largo de su vida.
Pinturas negras
- La romería de San Isidro
- Saturno devorando a su hijo
- Un viejo y un fraile
- El Aquelarre
- Leocadia
- Duelo a garrotazos
- Perro Semihundido
- Judith y Holofernes
- Dos viejos comiendo sopa
- Hombres leyendo
- Mujeres riendo
- Las Parcas
- Procesión del Santo Oficio
- Asmodea