Paulina Vega Garza
Una actriz llamada Blanche
Existen personajes que se han quedado grabados en el ideario cultural, personajes que resisten el paso del tiempo, que son admirados por generaciones diversas, contrastantes y cuya importancia se acrecienta con el transcurrir de los años. Estos personajes que mueven las fibras más sensibles de la humanidad, que marcan época por su fuerza y por lo que representan, son los que cualquier actriz o actor desean representar a lo largo de su carrera; sin embargo, pocos son los que gozan de este elixir actoral.
Blanche DuBois es uno de esos personajes que todas desean encarnar y que pocas son privilegiadas de prestarle su cuerpo. Paulina Vega Garza pasó a formar parte de ese olimpo de actores que gozan del privilegio de prestarle su cuerpo a ese insigne y entrañable personaje que Tennessee Williams creó cuando escribió la obra ganadora del premio Pulitzer en 1948: Un tranvía llamado deseo.
Ramiro Sipotti se encargó de adaptar esta gran obra para convertirla en un monólogo en el que Blanche DuBois, interpretada por Paulina Vega Garza, desnuda su alma y su conciencia al público, al tiempo que busca a ahogar su dolor en el fondo de un vaso de whisky, último acompañante de una vida destinada al colapso.
Estrenada el 8 de agosto del 2020, vía Zoom, Blanche muestra las confesiones de una mujer cuya mente se encuentra al borde del colapso, factura de una vida marcada por la desgracia y la infructuosa búsqueda de afecto. Paulina Vega da vida a una Blanche que ignora su destino fatal y construye una realidad idílica a través de un cúmulo de palabras que se evaporan para formar las nubes de lo que será la próxima tormenta en su vida.
En entrevista para Bogart Magazine, Paulina Vega Garza compartió el largo viaje y las paradas que tuvo que realizar por distintas estaciones de su vida para que Blanche DuBois se presentará ante ella en el momento justo de su carrera de 15 años. Paulina platicó sobre el significado que tiene Blanche para ella, lo que representa, el reto que implicó encarnar a un personaje tan trascendental y la adaptación que tuvo que realizar como actriz para adentrarse en el teatro de la “nueva normalidad”.
¿Qué representa para ti encarnar a un personaje tan fuerte, redondo y complejo como Blanche DuBois?
Es un reto muy grande, un orgullo una satisfacción y, sobre todo aprendizaje, los personajes nos eligen a una. (Blanche) Me eligió a mí en esta etapa de mi vida en la que he sufrido pérdidas, enojo, frustración.
Mi madre se fue al cielo en diciembre, era mi mejor amiga; a partir de ese momento tuve que desprenderme de todo aquí en Aguascalientes. He venido pasado por una montaña rusa de emociones y llega el coronavirus que a todos nos dio en la torre, pero este personaje me está dejando mucho aprendizaje estoy canalizando las emociones, realizando una catarsis.
Creo que estoy en una etapa de mi vida que cayó redondo el personaje de Blanche.
¿Qué le imprime Paulina a este personaje?
Encuentro muchas cosas en común con ella, obviamente si rallar en la locura. Para empezar, ya tengo la madurez tanto de edad, como intelectual y espiritual para interpretar un personaje de ese calibre. No había vivido lo que tenía que vivir para interpretarla. Le imprimo mucho corazón, mi alma, comprensión.
Me siento empática con ella. Es una mujer llena de matices y tiene una doble personalidad: la Blanche bella, glamorosa, educada y adinerada; y está la Blanche insegura, atormentada por el pasado, triste, frustrada, loca.
Primero tienes que comprender al personaje; le imprimo mucho respeto, amor, inspiración y disciplina. Me entrego completo, le presto mi cuerpo y alma-.
La mujer actual continúa siendo estigmatizada como le sucede a Blanche DuBois en Un tranvía llamado deseo. ¿A qué crees que se deba eso y cómo se puede modificar?
En primer lugar, creo que hemos avanzado muchísimo en esta época en cuanto a los derechos de la mujer, las libertades y lo que puede o no lograr. Se ha demostrado que a nivel profesional se puede llegar igual o más alto que un hombre.
Lamentablemente los feminicidios y el maltrato a la mujer siguen estando. Es un problema de valores, si los hombres son machos es porque eso se los inculcan en casa. Todo el mundo es cómo aprendió a ser en donde creció, creo que nos falta mucho reconocimiento a nivel profesional, personal, tener las mismas oportunidades que un hombre y, aunque tenemos muchas, todavía falta.
Los principios y valores empiezan desde casa. En el hogar se debe fomentar el respeto ante todo y el amor a una mujer como lo más valioso que hay; todos los hombres tienen una mamá, una hija, una sobrina, no hay hombre que no cuente con una mujer en su vida.
¿Para ti Blanche DuBois pierde la razón o es la sociedad quien no entiende su manera de ver y encarar a la vida?
Es un poco de ambas. Definitivamente sí, ella pierde la razón, pero es orillada por las circunstancias, Blanche viene de un pasado tormentoso en el que ella fue la que como hija de familia tuvo que quedarse a luchar por el patrimonio familiar, a ella le tocó la muerte de todos sus seres queridos.
Ella era una niña cuando se casó por primera vez e hizo lo que pudo con lo que tenía y tuvo que ser fuerte salir a la vida, enfrentarse a ella. Por ello esa frase icónica que dice: “siempre he dependido del afecto del cariño de los extraños”, es muy potente.
Está esa falta de amor lo que hace que se sienta tan vacía por dentro, tan sola, y justamente eso la lleva no encajar en la sociedad de esa época tan llena de prejuicios de moralismos, de tabúes. Se ha metido con tantos hombres justamente buscando llenar su soledad; todo eso, más la sociedad estricta, la orilla a perder la razón.
Se vuelve loca para evadir esa realidad. Blanche nunca quiso aceptar su realidad, ya soy mayor, no soy guapa, no soy, rica…
¿Cómo te preparaste para enfrentar el reto de interpretar a la intrigante Blanche?
Es muy cansado físicamente, porque son muchas emociones en 24 minutos. Lo primero que hice fue leer la obra completa; descubrí esa obra, historia y personaje hace seis años cuando alguien me mencionó la película, la conseguí, la vi y me impactó.
No había vuelto a ver la película ni a tocar al personaje, ahora leí el libreto completo, me paraba en las partes que tenía que pararme para poder entender, leer entre líneas lo que estaba sucediendo y por qué estaba sucediendo. Lo que no hice fue ver la película porque uno trata de imitar inconscientemente al actor, tratas de copiar gestos y ademanes y eso es imposible. Leí el libreto tratando de encontrar esas cosas comunes con Blanche.
Lo que voy a interpretar es un monologo adaptado. Ramiro Sipotti le dio una línea dramática y sobre la marcha yo fui proponiendo. De repente salían movimientos, trazos y gestos que fueron saliendo del personaje.
¿Qué experiencias nuevas encuentras al transmitir este monólogo vía Zoom?
No es lo mismo, la adrenalina y la energía que emana el público en vivo, el calor del aplauso, la escenografía… es algo que no encuentras en otro sitio. Es un reto interesante ya que es una mezcla entre cine y teatro. Tienes que cuidar el ángulo de miradas, las tomas, para que todo se vea real; también se debe cuidar no hacer tan amplios los movimientos, hacer más contenida la actuación. Se extraña mucho el escenario.
Ramiro y yo hemos aprendido sobre la marcho. Él, no ha hecho teatro en Zoom, ha hecho monólogos y ha dirigido por videollamada, pero no ha hecho Zoom.
El celular siempre está colocado en un mismo punto, no se mueve para nada, pero ese es el chiste, saber colocar las cosas para no salirse de cuadro y esto ha sido raro porque yo tengo una visión desde el celular y él a través del otro lado me ve diferente.
También hay que cuidar las expresiones porque, aunque este teatro es más cine, se debe buscar miradas y movimientos amplitud del trazo. Yo creo que esta forma de actuar va a persistir, con independencia de que se abran los teatros, esto llego para quedarse, ha funcionado. Es un buen reto, es cine, pero en vivo, un género distinto.
¿Qué expectativas tienes de este monólogo?
Espero que la gente lo disfrute mucho, que les deje un mensaje, que los haga vibrar, que los cimbre, porque es una historia estremecedora; también espero que les mueva el corazón, que les deje un mensaje, que lo disfruten y que recomienden mucho el monólogo para estarlo presentando todo el tiempo.
Deseo que aprendan a amar Blanche como yo la amo. Que no lo vean banal, que les de ternura, que les conmueva.