Para describir el cine de Edgar Wright sólo se necesita una palabra: estilo. El director de Hot Fuzz y Shaun of the Dead desborda personalidad en su más reciente película, la comedia/aventura/parodia/drama Baby Driver.

La premisa no va más allá de una típica película de policías y ladrones: una banda de inadaptados -Kevin Spacey, Jamie Foxx, Eiza González y Jon Hamm- trata de llevar a cabo el robo de su vida. Un joven héroe -Ansel Elgort-, atrapado en este mundo, tratará de escapar con su enamorada, su dinero y su integridad física -y moral- intactas.

La escueta historia no es una debilidad creativa, es el pretexto de Wright para realizar una película cercana a las aventuras juveniles hechas y/o ambientadas en los años cincuenta. A partir de una trama inocente y una estética retro, el cineasta crea una extraña criatura que recuerda a Rebelde sin Causa (Nicholas Ray), Vaselina (Randal Kleiser) y Cry Baby (John Waters).

Ante todo, Baby Driver es una película de persecuciones de autos y como tal, es un éxito rotundo. Las coreografías de ruedas, aceite y asfalto son fastuosas, imposible desviar la mirada mientras Baby (protagonista del film), recrea alguna de sus proezas al volante.

La acción en Baby Driver es inaudita porque es omnipresente, jamás se va. En pocas películas  he visto un ritmo  tan vertiginoso, Edgar Wright pone en marcha toda su capacidad inventiva para crear un loop interminable de acción, en sus escenas siempre hay algo moviéndose, algo explotando, algo significando, algo latiendo… No existen tiempos muertos y por lo tanto, el aburrimiento no habita en el film

La épica vintage de Wright no es perfecta, el director -embriagado de sí mismo y de su poderoso estilo-, alarga la película y la lleva a generar preguntas cuyas respuestas son exageradas, ilógicas y por momentos risibles. El cine del británico siempre ha cojeado de autoindulgente y a Baby Driver le sobran 20 minutos y le falta una pizca de sobriedad.

La música del film no solo es vital para la ambientación, es un agente indispensable en la construcción de historia y personajes. Para nadie es secreto que el director es un melómano y su exquisita selección musical compone -con perdón de Tarantino, Dolan y Anderson-, el mejor soundtrack de la última década.

Al ritmo de ‘Brighton Rock’ de Queen, ‘Debora’ de T-Rex, ‘Easy’ de Sky Ferrera o ‘Egyptian Reggae’ de  Jonathan Richman & The Modern Lovers; se pasea a toda velocidad una película original, ambiciosa y al final, conmovedora.

Baby Driver se estrena en salas mexicanas el próximo 10 de agosto y Bogart Magazine te la recomienda.

  • Baby Driver
  • Reino Unido (2017)
  • Director: Edgar Wright
  • Guión: Edgar Wright
  • Con: Ansel Elgort, Lily James, Jamie Foxx, Jon Hamm, Kevin Spacey, Eiza González
  • Duración: 115 minutos