Criaturas asombrosas: Mutantes con corazón
Quisiera iniciar esta reseña comentando que no pude haber estado más en la oscuridad con respecto a los temas que se tratarían en esta película que cuando la fui a ver, pues solo conocía su título. Tampoco sabía que era una obra francesa de la mano del director Thomas Cailley, quien en 2014 ganó el premio César a Mejor Ópera Prima con “Les Combattants”. Y menos sabía que este era su regreso a las pantallas grandes desde aquel año, su segunda cinta tras 9 años, las expectativas se sienten un poco más altas ahora.
“Le Règne animal” o como se tradujo en Hispanoamérica “Criaturas Asombrosas” (2023) es la historia de un padre y un hijo, navegando en las complejidades de un mundo en donde una especie de mutación ha hecho que algunas personas se conviertan totalmente en animales. Cuando la matriarca de la familia es afligida por este cambio, ambos necesitan moverse a la campiña francesa bajo la promesa de un mejor trato para ella. Pues la transformación no les da poderes o habilidades del animal en el que se están convirtiendo, se trata de un cambio completo de humano a animal.
Lo que uno ve en los 130 minutos de duración de la película es una introducción bastante buena y nada opresiva a esta situación que viven sus personajes. Entregada y desarrollada gracias a las convincentes actuaciones del reparto pero especialmente del padre François, interpretado por Romain Duris. Otra ejemplo lo vemos en la actuación particularmente brillante de Tom Mercier, que le da vida a Fix, un humano que se está convirtiendo en ave. También el hijo, Émile, encarnado por el joven actor Paul Kircher, tiene sus momentos de brillo pero llegan mucho más adentrados en la historia.
Lo que nos logra ofrecer Cailley con su regreso a la silla directoral son bastantes cosas, principalmente la cinematografía que se utilizo apoyado de su director de foto, y hermano de sangre, David Cailley. Juntos logran impresionar con sus fotogramas, especialmente porque gran parte de la cinta nos tiene en medio del bosque francés. Los hermanos hacen que cada escena se sienta diferente, crean un verdadero festín para todos aquellos que disfrutamos de la fotografía de la naturaleza.
Otro punto que se debe de aplaudir es la tarea monumental que se del departamento de maquillaje con este filme, ya que el trabajo de prostéticos es brilante. Las criaturas nacidas de la mutación se sienten perfectamente reales y en casa adentro del mundo -pseudo- realista creado para la película. En combinación con el trabajo del departamento de efectos especiales que dio darles vida a los comportamientos más animalescos y a las criaturas más avanzadas en la mutación, es lo que separa e individualiza a esta película de otras de premisa similar como una versión merecedora de atención.
Realmente la única queja que tuve al experimentar la obra del francés fue que la historia que nos cuenta se siente superficial, pese a que recurre a la milenaria historia del pueblo oprimido por ser diferente, una persona que se odia por empezar a ser como el pueblo oprimido pero que puede pasar por ser parte de los opresores, un pequeño grupo de gente que piensa que deberíamos de coexistir, y creo que si conocen el resto de la historia. El director no agrega ingredientes nuevos ni adapta diferentes puntos argumentales para sorprender a su público. No nos encontramos con una premisa que revoluciona el género, pero se compensa con el festín visual que nos ofrece. Unas por otras, supongo.
Criaturas asombrosas se esmera en ser visualmente atractiva, con un cast de personajes bien ejecutados si bien no tan interesantes, y un trabajo de efectos especiales y visuales asombroso, con un récord de nominaciones bastante impresionante cuando navego el circuito de festivales y premiaciones está de más decir que es una buena película que en mi opinión si peca de ser un poco superficial con el tema que decidieron abordar.