“Hereje”: Fe contra escepticismo
La nueva película de Hugh Grant, resulta ser una interesante propuesta donde pone en mesa planteamientos interesantes relacionados con el poder, la religión, la fe y el escepticismo. El filme de Scott Beck y Bryan Woods está causando sensación en los fanáticos del cine de terror psicológico.
La película trata de dos chicas misioneras pertenecientes a los mormones, que un día, al tocar a la puerta del señor Reed (Grant), deben poner a prueba su fe y su identidad mediante cuestionantes provenientes de un hombre que es persuasivo, controlador y obsesivo.
Dicen por ahí que está basada en una historia real, pues la historia existe tras una experiencia que los directores presenciaron cuando una pareja de adultos mayores compartió su visión atemorizante de lo que sería el fin del mundo, anécdota que nunca abandonó a los cineastas y sirvió para cimentar las bases de la película.
Pese a contar con una atmósfera claustrofóbica, no tiene miedo en utilizar varios momentos para aligerar la tensión mediante situaciones cómicas, que permiten tener una simpatía con las chicas. Pero, también le impregna una identidad al señor Reed, una especie de asesino o personaje retorcido cuyo humor le da un estilo interesante y atípico, quedando en tu mente una vez saliendo de la sala.
Hugh Grant hace un papel anómalo en su carrera, adentrándose en el terror, y brindando a un personaje cuyos movimientos e intenciones son difíciles de anticipar. Su carisma es tan grande como la propia complejidad que hay detrás de él, tendrás ganas de saber más de su vida y quedará inmortalizado como uno de los mejores papeles del británico, porque muy pocos actores son capaces de causar incomodidad e inseguridad con una amable sonrisa de oreja a oreja.
Por otro lado, Sophie Thatcher y Chloe East como las misioneras mormonas son una dupla que funciona. El argumento bien podría caer en las convenciones de las amigas, donde una es más inteligente y crítica que otra, pero este no es el caso. Aunque parezca que va a seguir esa tendencia en un inicio, ambas tienen un gran desarrollo de personajes, lo cual es de esperarse por las situaciones claustrofóbicas a las que se enfrentan. Son un complemento para enfrentar adversidades y, tras un giro inesperado, una de ellas termina desafiando al Sr. Reed, y no se negará que es bastante satisfactorio.
Lo más interesante en el filme, es lo mencionado en un inicio, sus planteamientos y desafíos que no solo son para las protagonistas, sino para el propio espectador. Difícilmente veremos una película en donde la fe y la religión sean tan expuestos de forma clara y contundente. Al escribir en dos puertas “fe” y “escepticismo”, el personaje de Grant nos hace cuestionar si seguiremos creyendo fervientemente en lo que se nos ha inculcado desde niños.
El poder es una de las cualidades que el ser humano busca sobre todas las cosas. Porque poder te da autonomía, hace que sometas al otro, algo bastante común en nuestro mundo desde tiempo inmemoriales, bajo esta relación de “dominante” contra el “dominado”. Y claro está, que, para el sistema, es más fácil moldear nuestra percepción, predisposiciones, valores y actitudes, si se nos enseña en qué creer, en qué considerar como bueno y malo desde una edad prematura, donde somos simples “tabulas rassas”, sin capacidad crítica y ser persuadidos y moldeados es más fácil.
Estas cosmovisiones entran en conflicto en esta película. Pero todo dependerá de qué tan receptivo sea el público para poner en tela de juicio sus preceptos. Es obvia y clara en sus intenciones, por momentos, parecen exposiciones y discursos que el Sr. Reed nos está dando, con el fin de entrar en los mismos conflictos que las protagonistas.
Si mencionan a Cristo, hay un plano de Cristo, del islam, un plano del símbolo islámico, si dice Krishna, ahí vemos a esa deidad; nada es sutil, pero la exégesis llevará a más de uno a replantear ciertas cosas.
El final, resulta ser el único momento que queda cine por ciento a la interpretación, y es de esos plot twists que causan impotencia y un suspiro una vez que la pantalla se torna a negro de golpe.
La película estara disonible a partir de 21 de noviembre.