Quien diría que tras 5 años de haber presenciado “Joker”, estaríamos hoy hablando de una continuación de la película de Todd Phillips y Joaquín Phoenix. Un lustro de una película que podríamos decir con total seguridad, que se convirtió en un clásico instantáneo del cine, o por lo menos de la cultura popular.

Y es que el fenómeno que se vivió en 2019 con la cinta del icónico payaso psicópata fue algo nunca visto en la historia del cine. Contar la historia de un personaje de los cómics, tan icónico y famosos, darle una historia de origen completamente original, y ser capaz de recaudar más de mil millones de dólares en taquilla ante un modesto presupuesto, convirtiéndose en una de las películas más rentables del cine.

Y por si fuese poco, ser capaz de cautivar a los fans acérrimos de los comics, de Batman y del personaje; así como recibir la aclamación de la crítica especializada, ganando el “León de Oro” en Venecia, y una gran cantidad de nominaciones a los premios Óscar, entre ellas: “Mejor Película”, “Mejor Director” y “Mejor Actor Protagónico”, ganando este último.

Tras lo mencionado, para muchos, parecía impensable tener una segunda parte. Vamos, fue un drama con todo lo que significa el término, sin tantas referencias y alejándose a los cánones de las películas basadas en cómics. Que bien podría haber sido cualquier otro psicópata y la trama hubiese sido la misma sin repercusión alguna.

La sorpresa fue cuando, en 2022, el director compartió unas imágenes confirmando el guion de la segunda parte, donde sabríamos el título y que se trataría de un musical. Posteriormente, se confirmó la adquisición de Lady Gaga como la dra. Harley Quinn, lo que avivó las expectativas de quienes inclusive, veían completamente innecesaria una continuación.

Es verdad que la primera parte fue un tanto polémica, por el nivel de violencia gráfica que expone a las audiencias (algo sin sentido pues se sabía que era clasificación para adultos). En este caso, la polémica parece apuntar en dos cuestiones: la calidad de la cinta y que es un musical.

Si tomamos como punto de partida su estilo musical. Debería ser algo digno de celebrar y de admirar para el director y su coescritor, Scott Silver, porque pudieron perfectamente continuar con el estilo narrativo de miseria – tragedia para el personaje que, funciona e incomoda, pero nada nuevo que se haya visto. En este caso, el implementar un nuevo estilo para contar una historia, la diferencia del resto.

Tras los hechos de la primera película, Arthur Fleck (Joaquín Phoenix), encerrado en el Hospital de Arkham, espera lo que se denomina “el juicio del siglo”, donde se dictaminará cuál será su sentencia final tras los asesinatos que cometió. Mientras tanto, conoce el amor tras conocer a Harleen “Lee” Quinzel (Lady Gaga) mejor conocida como Harley Quinn.

El romance y el musical siempre han estado ligados, con sus excepciones, pero suele ser la tendencia en el cine. Lo cual es un acierto, porque las canciones expresan de una forma artística y estética lo que mil palabras hacen. Sin embargo, en los últimos años, ha existido un odio sistemático a los musicales, lo que ha llevado a varias productoras a no promocionar sus cintas como musicales, tal fue el caso de “WONKA (2023)”.  Por lo que, la recepción de la audiencia a ver al Joker y a Harley enamorados y cantando, puede resultar muy ambigua.

Pero, es aquí el primer problema, tal vez este miedo de hacer un musical íntegramente, por no saber la recepción de las audiencias, los llevó a no decidirse si adoptar este género o no. Las canciones resultan ser un tanto inolvidables y por momentos, carecen de impacto emocional ni alguna grandilocuencia que nos haga empatizar con las emociones que ambos sienten, los números se vuelven tediosos y olvidables.

Esto se debe al otro gran problema, Harley Quinn, quien, tras varios minutos de presencia en pantalla, te das cuenta de que, no es más que un elemento comúnmente conocido como “Macguffin”, el cuál Hitchcock definió como el personaje o elemento de la trama que tiene relevancia para la trama, pero carece de importancia en sí mismo.

Esto es un grave error al querer contar una historia de amor, pues no puede solo importarte una mitad, también su complemento, cómo vas a empatizar con el romance si solo conoces a uno de los enamorados.

Ese es el principal elemento que hace que la recepción, de momento, de la cinta, sea muy baja. Desde Venecia, las críticas negativas han impactado y formado una incertidumbre generalizada en las audiencias.

Al final, la opinión será de cada individuo, que cada uno juzgue su calidad. Porque si hay algo que es de admirar, es cómo se pule la producción de esta continuación, es notorio el aumento de presupuesto. Pero eso termina siendo irrelevante si el guion es deficiente.

Joker: Folie á Deux” se estrena en salas este 3 de octubre.