La Noche Eterna: una mirada desde el encierro
La noche Eterna es un largometraje dirigido por la artista Coco Fusco; la obra se basa en las vivencias del escritor cubano Néstor Díaz de Villegas durante su tiempo como prisionero político en la cárcel de Ariza, Cuba, por escribir un poema que hablaba del cambio de nombre de una avenida en 1971. El filme evoca al encierro, y de cierta manera, a la imaginación.
En la película también se cuenta la historia de otros dos jóvenes: “Ñeco”, un actor acusado por intentar asesinar a Fidel Castro, y un joven religioso al que apodan “el Mesías”. La historia juega entre el pasado y el presente en el que el Mesías le narra al Poeta la vida personal de Ñeco y cómo lograron construir un cine dentro de la prisión, con el fin de “reeducar” a los presos con filmes principalmente soviéticos.
La historia cautiva, sorprende, conmueve, inclusive divierte. Resulta muy sencillo empatizar con los personajes y su naturaleza. Los diálogos convergen de forma natural con la época y el contexto. Por su parte, los elementos técnicos como la música y la fotografía recrean un ambiente que nos ayuda a digerir las emociones de cada escena. Uno de los aciertos es la sutileza con la se aborda la violencia. Prescindir de los momentos explícitos deja el trabajo a la imaginación del espectador, ahí se afianza la crudeza de la trama.
Fusco puntualizó que si bien no es su historia sino la del escritor Díaz de Villegas, ella fue la encargada de contarla; y puntualizó sobre su estilo y cómo lo refleja en el filme:
“me gusta el cine experimental, (…), el cine de autor, la posibilidad de usar distintas fuentes, material de archivo, fragmentos de otras películas, material documental, material de ficción, esa idea de mezclar es algo que hecho en otros trabajos y a mí me gusta trabajar así”.
Durante el desarrollo de la historia se pueden apreciar fragmentos de entrevistas a Néstor Díaz de Villegas, José María de Castiñeira y Emmanuel Galbán. También se muestran extractos de discursos de Fidel Castro y elementos gráficos que están cuidadosamente acomodados para dar concordancia, ilustrar los diálogos, o inclusive como elementos humorísticos, ya que “una estrategia de sobrevivencia en una situación de represión es el humor y la ironía”.
Asimismo, Coco Fusco explicó que no pudieron filmar en Cuba, por lo que “había que construir una visión de Cuba con el material que existe, y lo que existe son fragmentos (…) yo tenía que tejer todos esos elementos”. La dramatización se realizó en blanco y negro porque “el cine cubano de la época de los setentas era cine en blanco y negro, y le da ese sabor, esa textura, de formar parte de un pasado”, añadió.
Fusco mencionó que la audiencia “reaccionó con mucha sensibilidad, eso me da mucha alegría, no hay reacción sin reflexión”. El largometraje se presentó con un recinto lleno en el Teatro Casa de la Paz de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) el 21 de junio. Posterior a la presentación del largometraje se llevó a cabo un conversatorio moderado por Yissel Arce Padrón con la participación de Hilda Landrove, y la directora.
La producción de La Noche Eterna estuvo a cargo de Coco Fusco junto a David Leitner; el guión es de Enrique del Risco y la música en Roberto Poveda. En la actuación Luis Manuel Álvarez interpreta a Ñeco; Emmanuel Galbán como el Poeta; y Joel Lara es el Mesías.
El filme se estrenó en Arabia Saudita en febrero de este año, y Fusco detalló que se encuentra en pláticas para poder presentar el largometraje en otras partes de Latinoamérica. La cinta estará disponible en el KW Institute Of Contemporary Art en Berlín y en el MACBA de Barcelona próximamente.