“Late Night With The Devil” (“De Noche con el Diablo” en Latinoamércia)  es una película de comedia con toques de terror del año 2023. Escrita y dirigida por los hermanos Cameron y Colin Cairnes, está protagonizada por David Dastmalchian, actor conocido por tener pequeños pero memorables papeles en películas como Oppenheimer (2023), Dune (2021), Blade Runner(2017), Prisioners (2013) y su primer papel medianamente protagónico en The Suicide Squad” de James Gunn donde interpreta a Polka-Dot Man (2021). 

Late Night With The Devil explora la historia de cómo el conductor del late night “Night Owls” Jack Delroy (Dastmalchian) decide transmitir en vivo el contacto con un demonio a través del cuerpo de una niña llamada Lilly D’Ado (interpretada por Ingrid Torelli) durante el especial de Halloween de su programa, lo que ocasiona una catástrofe en el estudio. 

La cinta es un tributo al formato televisivo de los 70’s y una crítica de cómo la ambición puede carcomer a una persona que trata de dominar fuerzas que no entiende, incluso crea una crítica al morbo de la audiencia como parte del problema. Con una relación de aspecto de 4:3, imita a las cámaras que se usaban para filmar televisión en esa época, dando una sensación inmersiva para el público.

El filme tiene dos líneas de narración que se complementan de manera cronológica pero son separadas por el uso del blanco y negro e imagen a color, siendo las imágenes a color las que representan el metraje captado tal y cómo se proyecto en las televisiones del universo de la película; mientras que la sección sin color representa el metraje que fue encontrado tiempo después de los eventos televisados. 

Si bien es una cinta que tiene claro lo que quiere mostrar y lo que critica, su ritmo puede hacer que el espectador la perciba lenta, pues la tensión se va construyendo de a poco a lo largo de la hora y media. Esto puede no coincidir con la expectativa de una cinta de terror. En este mismo sentido, cabe recordar que estamos frente a una sátira, si lo que se busca es sentir miedo no lo conseguirá. La magia de la cinta se encuentra en el humor y absurdo de la actitud de los realizadores del programa al presenciar lo que acontece.

El filme se nutre de todo el cine de los 80’s. Desde el uso de efectos prácticos, maquillaje hasta los rayos al estilo de los Cazafantasmas son elementos que la cinta emplea para rendirle tributo a la época en la que se ambienta. El formato Late Night del que los escritores toman referencia para poder desarrollar su trama está escrito de una manera natural, desde las actuaciones hasta los diálogos hacen que se pueda sentir que “Nights Owl” fue real.

En su subtexto y sus tramas secundarias, encontramos al morbo y la ambición. Especialmente la fluidez de los diálogos en los segmentos en blanco y negro denota el carácter de los personajes y cómo la situación los afecta, siendo el personaje de Dastmalchian el más explorado, se plasman sus motivaciones entendibles pero no razonables. Conforme avanza la cinta se da a entender que ya no solo se trata de salvar el programa, sino de ser el mejor del medio. Esta línea narrativa permite plasmar que la realidad del programa estaba pendiendo de ese especial de Halloween, muestra que no todo era color y alegría detrás de las cámaras.

La subtrama del morbo permite que la cinta avance. Desde los primeros minutos de la cinta son metrajes que plasman el contexto histórico en el que los eventos de la cinta ocurren, en los antecedentes del llamado “Pánico Satánico” el cual  fue un periodo en la historia de Estados Unidos en el que se pensaba que el culto al diablo estaba en todas partes, creando una cacería de brujas desesperada que tomó fuerza a partir de los 80.

Este contexto crea una paradoja donde se evidencia que, más que querer deshacerse de lo que representa un símbolo pagano, a las personas les atrae. Por ello el número de audiencia sube a la hora de plantear un exorcismo en vivo. Ambas líneas narrativas crean un hilo conductor que, aunque algo lento, atrapa. Esto recuerda a la película de Jordan Peele,  “Nope” (2022) donde el eje central de la cinta es el cómo el hombre trata de controlar fuerzas que no entiende para lucrar con ellas a través del entretenimiento. 

La cinta es una sátira y tributo a como se hacía televisión en esa época. Es una crítica hacia cómo el morbo y ambición pueden llevar a las personas a cometer atrocidades en contra de ellos mismos. El trabajo de dirección sumado a un elenco con actuaciones asombrosas hace que la cinta sea una de las mejores películas de terror de los últimos años, la cual rinde homenaje a sus inspiraciones.

Los desaciertos

Los desaciertos que más saltan a la vista son, la forma en la que fue vendida, es decir, terror, el uso de la inteligencia artificial (IA). 

Antes que nada hay que recordar que en 2023 la película se proyectó el Festival de Cine SXSW en donde fue aclamada tanto por el público como por la crítica. Sin embargo, un sector de internet se percató de que muchas de las imágenes de los fondos de los sets fueron creados por IA , lo cual enfureció a la audiencia, quienes comenzaron a organizar una campaña de sabotaje hacia la película.  Esto abre el debate sobre las condiciones laborales que enfrentan las artes ante un creciente medio que no demanda un salario.

Desde la creación de la IA se ha discutido la sustitución del ser humano en tareas donde era imposible automatizar los procesos. Primero en el sector industrial, donde las máquinas comenzaron a realizar trabajos más rápidos en menos tiempo con un solo pago: el del operador. Esto sin mencionar que su salario puede ser menor que el de un obrero ya que en ojos de la empresa su trabajo es menor. En un mundo donde el capitalismo y la producción es lo que más importa, la automatización comenzó a ser un requerimiento para el progreso. 

Después de esta batalla donde el vencedor fue la automatización, los desarrolladores comenzaron a crear herramientas para facilitar procesos artísticos, la idea era crear una ayuda para que el artista encontrará salidas de bloqueos creativos. Estas IA cuentan con una base de datos propia que es retroalimentada por el usuario constantemente, aprendiendo de las interacciones que tiene con las personas, por lo que el progreso de estas no solo es responsabilidad de los programadores, también es del público. Tras la popularidad de los generadores de texto, se comenzó experimentar con imágenes creadas por IA. Al principio fueron usadas para crear situaciones irónicas y cómicas, pero conforme fueron evolucionando se volvieron más detalladas y exactas. 

Lo inevitable vino después, las empresas comenzaron a ahorrarse los costos de los artistas gráficos. El problema escaló hasta la actualidad, donde estas IA llegan a los productos audiovisuales. La primera aparición importante fue durante la escritura de la serie de Star Wars “The Book of Boba Fett” transmitida por Disney+, en donde se usó IA para generar los diálogos del mítico personaje de Mark Hamill, Luke Skywalker, y que por alguna razón no se comentó mucho al respecto.

Sin embargo en 2023 en el estreno de la serie de Marvel “Secret Invasion” comenzó a ser más notorio la presencia de AI en el medio, ya que la secuencia de títulos de apertura no fue creación humana. Fue con la huelga de guionistas de esa año que se visibilizó la necesidad de crear regulaciones en torno al tema ya que se demerita la percepción del arte y de quienes se dedican a ello a solo un comercio rápido que deja la sensibilidad de lado. 

En 2024 con el caso de “Late Night with the Devil” se habló de no apoyar la película por su empleo de imágenes hechas con estas herramientas, en lugar de personas. La polémica también puso en la mira si era justo juzgar la película por este detalle. Como es de esperarse en internet, el debate se diluyó. Sin embargo, estos casos son cada día más frecuentes, y si bien, la culpa no es de los actores o miembros del staff en los sets, es necesario que los artistas se unan y empiecen a tener en cuenta del tamaño de la problemática, para que en un futuro no muy lejano, se tenga una legislación a favor de ellos.

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