La juventud ha sido caracterizada como la época de las malas decisiones, pero también de la ilusión, de las ideas revolucionarias. En Latinoamérica inevitablemente el contexto se tiñe de violencia, pobreza y narcotráfico. Con estas realidades, Laura Mora construye Los Reyes del Mundo, un roadtrip donde cinco adolescentes irán en busca de una tierra, de un sueño, de la esperanza de una vida mejor; pero en el camino sólo encontrarán la crueldad.



La historia es sobre Rá, un joven que heredó un pedazo de tierra pero decide tomarla por la fuerza ya que en un inicio fue arrebatada a su abuela en manos de los paramilitares. La corrupción y programas gubernamentales burócratas le han negado la posibilidad de recuperarla de inmediato así que emprende un viaje junto a sus “panas” Culebro, Sere, Winny y Nano, todos ellos sin hogar o padres que los cobijen.

El retrato que traza Mora se debate entre la crudeza y la lírica. El abandono y falta de una infancia cariñosa se entretejen cuando los jóvenes forman su propia familia mientras juegan con machetes en las calles de Medellín. La ilusión de empezar de cero, lejos de la marginación, se nubla frente a cada obstáculo o peligro que sortean. En la inmensidad de un río la figura de los amigos se hace diminuta, pero sus almas se engrandecen cuando encuentran en los brazos de un grupo de prostitutas el calor materno.

Entre alegrías, miedos y frustraciones Los Reyes del Mundo pisa varios terrenos como fragmentos de la vida misma que se consolidan en un viaje por los olvidados rincones de América Latina, donde es posible hallar personas de buena voluntad pero se encuentra con mayor facilidad seres que encarnan al egoísmo y a la ambición. Un agridulce coming of age que sabe retratar su propia realidad.


La directora enmarca la trama con el tema “Tren al sur” de Los Prisioneros en la que encuentra varias líneas en las que habita la trama. Desde el propio título hasta aquella estrofa en la que se alude a un viaje a nuevas tierras que dan alegrías al corazón. La canción se explota en una escena donde vemos a Rá y sus amigos bailar, sueltos, libres.

Los Reyes del Mundo es una coproducción entre Colombia, Luxemburgo, Francia, México y Noruega. Fue acreedora a la Concha de Oro​ en la edición 70 del Festival Internacional de Cine de San Sebastián y ha sido seleccionada en varios festivales y muestras de cine desde el Festival Internacional de Cine de Morelia, hasta la Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional.