Hace algunos días se estrenó Queer la nueva película de Luca Guadagnino, el director que se hizo famoso por Call me by your name y que después nos sorprendió con su adaptación de Suspiria y que comenzó a perfilar su estilo en la reciente película Challengers. Hoy en día sabemos cuál es el estilo del italiano y siempre mantiene una pizca de su esencia en cada proyecto.

La expectativa por Queer existió desde el momento en que nos enteramos de la adaptación del libro de William Burroughs, porque narra parte de la historia de Lee —el personaje principal— en la México, pero más específicamente en lo que era el Distrito Federal de los años 50. Además de lo que se podía esperar de una película de Guadagnino, como mexicanos también se busca ver la manera en que se representa una ciudad que para muchos es cercana y conocida. 

¿De que va Queer? Es la historia de Lee, un expatriado estadounidense —gringo— que llega a México a vivir en un lugar dónde sus adicciones no sean perseguidas por la ley. En la ciudad conoce a Eugene un chico —gringo también— de quién se enamora, pero no sabe si este le puede corresponder o no. Ambos cruzan México para irse hasta Ecuador donde buscarán la droga que hará que Lee encuentre la respuesta a sus preguntas. 

¿Qué podemos encontrar en esta película? Esta película puede cuestionar diferentes situaciones que se han dado a lo largo del tiempo y que hoy en día están más presentes en nuestra sociedad, por una parte, el tema obvio es la gentrificación, personas extranjeras que vienen del norte global a países en vías de desarrollo porque son “baratos” y esto hace que sus dólares —o euros— sean más valiosos aquí que en sus países. Por otro lado, la comunidad que ellos mismos realizan en los países, pues más allá de crear una comunidad con los entornos se pueden dar situaciones de desplazo de los habitantes en las que los lugares como bares, restaurantes, antros, etc. Son espacios que reciben mejor el dinero extranjero. 

Pero también vemos en Lee, un hombre que a través de su dinero busca conquistar a un hombre quién podría no ser homosexual. Una situación que es muy común en la comunidad LGBT y que a raíz de esta misma gentrificación se puede ver más a menudo, aunque claro al igual que en Queer, el ideal de belleza se define sobre los estereotipos eurocentristas pues incluso el único encuentro que tiene con un mexicano cumple con muchos de estos rasgos. Nuevamente podemos ver que la comunidad de expatriados es celosa para el acceso de su círculo a personas que no cumplan con estos estereotipos.

Es cierto que el retrato de México es confuso, lejano a la realidad y que parece parte de una caricatura, pero esto podría interpretarse también como el estado de una persona que por el uso de los opioides no es capaz de ver más detalles de los lugares en los que se encuentra. Pero claro que podemos notar en los paisajes exteriores de las playas que Luca está mostrando un escenario mucho más cercano al de Italia que al de cualquier playa mexicana. 

Guadagnino sabe jugar con la tensión sexual entre sus personajes y ha descubierto en el erotismo de la comunidad LGBT un mundo de posibilidades para explorar en sus películas, Queer no es la excepción. Las opiniones están divididas, pero algo que es seguro es que después de ver este film tendrás muchas preguntas que realizar sobre todo lo que acabas de ver y ese también es un valor a considerar en el mundo cinematográfico.