Natalie Portman y Julianne Moore protagonizan la nueva película de Todd Haynes (Carol y El Precio de la Verdad) Secretos de un Escándalo o May December. Un drama de misterio, basado en hechos reales, que juega con una metaficción interesante al estilo de Mulholland Drive, donde se exploran temas como el abuso infantil y el proceso actoral para interpretar a un personaje en una historia extrañamente hipnotizante. 

Bien lo dijo Shrek en su momento: “los ogros son como las cebollas” tienen capas, un monstruo aparentemente aterrador que demuestra tener su corazoncito y que resulta ser un tanto más complejo de lo que parecía en un inicio. Alguien incomprendido, que pasa de un objetivo simple, como querer recuperar su pantano, a enamorarse perdidamente de Fiona con el objetivo de compartir su vida con ella. 

La analogía que presentan en Shrek sirve para entender May December, puesto que gran parte de su construcción gira en torno a comprender al matrimonio Atherton, el cual está lleno de capas como y cuyos secretos serán revelados a partir de la mirada externa de una actriz de renombre: Elizabeth Berry (Natalie Portman), sólo que con un giro más perturbador y extraño.  

Dentro de la historia Elizabeth es la actriz que dará vida a Gracie Atherton en la película que busca contar la historia de su romance con Joe (Charles Melton), un chico 26 años menor que Gracie, con quien hizo su vida a partir de un escándalo que marcó la vida de ambos cuando se hizo pública su relación. En el contexto que nos presentan, este matrimonio ya es bastante añejo, al punto que sus hijos están a punto de ir  a la Universidad y todos parecen haber “superado” dicho evento canónico.

Este es un drama de misterio que te motiva a seguir el hilo de la historia gracias al trabajo detectivesco de la protagonista. Elizabeth es una actriz que busca embarrarse de todo lo que rodea a la pareja con el objetivo de lograr una buena interpretación de Gracie y entender desde la raíz el comportamiento de una mujer trastornada. De tal forma que convive con la familia a un punto que llega a ser incómodo, puesto que asiste a sus reuniones familiares, come con ellos y busca cualquier tipo de información sin ningún peso moral que la detenga. 

En esta recolección de pistas también conocemos más sobre Joe, cuyo comportamiento es igual de extraño que el de su esposa, al presentarse como alguien sumamente retraído que oculta cierta atracción por Elizabeth, así como la afección por una cicatriz relacionada con el abuso infantil. 

Esta película se convierte en un viaje hipnotizante, marcado por un ritmo lento, gracias a una puesta en cámara que por momentos recuerda a una película de terror por las miradas de los personajes, escenas recurrentes frente al espejo que pueden interpretarse de mil maneras, así como por un gran trabajo musical en el tema principal de la obra que es interesante y pegajoso, así como de perturbador y dramático. 

La metamorfosis de Elizabeth para alcanzar la complejidad de Gracie va de la mano con un trabajo actoral sobresaliente de unas actrices de renombre como Natalie Portman y Julianne Moore. Alcanzan los niveles necesarios para transmitir tensión en los momentos que se requiere, incomodidad cuando toca e imágenes que se te quedan en la memoria. 

Su interacción es fácilmente comparable a la relación simbiótica de las protagonistas de Mulholland Drive, tanto por la complejidad de la historia, que a ratos no se puede ver claramente el camino que tomará, así como por la estética visual de la película y el contraste de Elizabeth y Gracie, dos polos opuestos que terminan por ser las caras de una misma moneda, personalidades tétricas e intensas.

Al explorar las raíces del maltrato infantil, a través del personaje de Joe, y las bases sobre las que se cimentó un matrimonio bastante atípico, es interesante ver el peso de las cicatrices en una persona que tuvo que madurar de forma apresurada al casarse con alguien sumamente mayor que él. El desarrollo de Joe como personaje va a la par de analogías relacionadas con las mariposas y su crecimiento, así como de un cuestionamiento que surge a partir de la llegada de Elizabeth, cuya edad en la ficción es la misma que la de Joe. 

Esta es una película que puede ser pesada por un ritmo lento, que te mantiene a la expectativa de lo que pasará y que logra recuperar tu atención cuando la historia se atasca, pero que no deja de ser algo a tener en cuenta porque por momentos no pasa mucho en el desarrollo. Asimismo, se dejan varios cabos sueltos relacionados con personajes que aparecen y luego se dejan de lado sin mucha explicación. 

Al final, lo más interesante de esta película es su construcción en torno a lo que implica para un intérprete el prepararse para descifrar a un personaje. Así como descubrir el funcionamiento de una familia que se cimenta en raíces inquietantes que sucedieron en la vida real. Este juego de la ficción dentro de la ficción es uno que vale mucho la pena ver, es un viaje hipnótico curioso que se presta para hablar sobre su complejidad. Y es factor que le valió una nominación en los Premios Oscar en la categoría de Mejor Guion Original.