Sista bien bonita

Hay algo en las películas que tienen que ver con la relación entre hermanes que siempre logra llegar a mi corazón y calentarlo como si fueran un abrazo gigante, el mismo efecto que tienen en mi los musicales y el chocolate caliente que le hace Ned Flanders a Bart en la película de Los Simpsons; verdaderamente no va a haber otra bebida en la historia de la animación que me haga tan celoso de no tenerla en mis manos en todo momento.  

Sisters, El verano que encontramos nuestros superpoderes es una preciosa joya de película noruega dirigida y escrita por la pareja de casados Silje Salomonsen y Arild Østin Ommundsen. En ella nos cuentan la historia de dos hermanas que se ven empujadas hacía la aventura buscando rescatar a su padre. Lo divertido aquí es que las dos protagonistas, Billie y Vega, son en la vida real las hijas de los directores y esos son sus nombres reales.         

Esto tiene mucho sentido, y cuando lo descubrí investigando más sobre la película, fue como cuando en tu examen ocular le ponen el aumento que necesitas a la máquina y logras ver claramente la línea 6 de la gráfica, porque la química que existía entre las dos niñas era diferente; un poco incómoda, como cuando estás un poco enojade con tu hermane, se siente real y es algo que percibes innatamente. 

Claramente las protagonistas nunca tuvieron que fingir porque no estaban actuando, al menos no en su relación. El amor de hermanes es algo que muchas películas pecan de exagerar, pero Sisters aprovecha completamente su situación particular creando la historia alrededor de ellas y su conexión tan natural, sin hacer a un lado sus talentos histriónicos, especialmente considerando la edad de ambas.     

No importa si nos encontramos riéndonos de las ocurrencias y carisma inocente de Billie, que solo podrían ser entregadas por una niña de cinco años, o si estamos recordando, mientras Vega se enoja con su hermana, como nosotres también hacíamos lo mismo con nuestros hermanes pequeñes, esta película nunca deja de sentirse como si estuviéramos viendo un video familiar, porque si lo pensamos bien, si es un asombrosamente grande y caro video familiar. 

Es la primera vez que escucho de una película dirigida y escrita por ambos padres de las niñas que la protagonizan, y la verdad es que es la actividad familiar para acabar con todas las actividades familiares. Es entrañable, los temas que toca abarcan todo el espectro familiar, desde hablar acerca del abandono de gente de la tercera edad, la necesidad de crecer ante la adversidad sin tener a tus padres como apoyo, el entender que los padres también son personas y que pueden dejar de estar de un momento al otro, en general a apreciar a aquellos más cercanos a ti, a pesar de que sean un poco molestos y se vistan chistoso. 

A la cinta se le puede reprochar que el uso de voice en off, que funciona como una ventana hacía los pensamientos de la hermana mayor Vega, termina por sobre explicar situaciones que se pudieron haber dejado para el descubrimiento eventual de las audiencias después de haber digerido los mensajes de la película, pero se entiende si consideramos que se trata de una obra que también considera a los públicos infantiles.

Junto con la fotografía que nos muestra los hermosos bosques noruegos otras de las partes sorpresivamente buenas es el fantástico trabajo de doblaje que se realizó en esta película, todas las voces que se escogieron encajaban perfectamente en cada actor, particularmente Alan Bravo en el papel del padre de las niñas me sorprendió por la naturalidad de su trabajo.

Sisters, el verano que encontramos nuestros superpoderes salió hace 3 años, en el 2020, apenas en el 2023 está llegando a México pero si lo que estás buscando es una película en donde te vas a sentir bien y puede que salgas queriendo abrazar a toda tu familia después mientras lloras feo, la espera puede que haya valido la pena.