Una Batalla Tras Otra
Una batalla tras otra es posiblemente la película con más acción en la filmografía del renombrado director de Magnolia, con secuencias hipnotizantes que mantienen al espectador al borde del asiento, asi como un humor negro lleno de sarita que ridiculiza tanto al “heroe” como a los antagonistas de la película. La trama gira en torno a Bob un ex miembro de una pandilla de revolucionarios radicales quien después de ser expuesto huye al exilio con su hija Willa años después el ejército los encuentra por lo que Willa y es rescatada por los ex compañeros de Bob, ahora en un clima de incertidumbre y opresión él deberá recordar su vida anterior para poder encontrar el escondite donde su hija está antes de que el Coronel Steven la encuentre.
Para hablar del cine de Paul Thomas Anderson es necesario mencionar que todas sus películas son un análisis exhaustivo de personajes tridimensionales que son imperfectos en su naturaleza, sin embargo, poseen virtudes tanto física como mentalmente, mismas con las que nunca estarán completamente satisfechos ya que sus ambiciones y traumas los arrastrarán a sus límites. Como por ejemplo Dirk Diggler en Boogie Nights (1997), quien aun cuando su papel en la industria del cine para adultos es su éxito más grande, también es lo que lo condena a sentirse insuficiente ya que durante toda su carrera se le apareció solo por su anatomía.

Otro de los ejemplos más fuertes que contrapone estas virtudes y defectos es el presentado en la obra maestra Phantom Thread (2017) en la que el renombrado modista Reynolds Woodcock encuentra la inspiración para su trabajo enredándose en relaciones destructivas tanto para sus parejas como para el mismo. Es en esta cinta donde plasma en diálogo el pensamiento que podría definir la piedra angular de sus guiones así como la tesis general en todas sus películas: “Creo que son las expectativas y suposiciones de los demás las que causan dolor al corazón” y es que de eso van sus películas, expectativas y fallas.
Esta temática se enfoca en el personaje de DiCaprio tratando de cumplir su papel como padre y como revolucionario, sin embargo es alguien que siempre está fracasando en sus objetivos, haciéndolo humano, lo que algunos encontrarán desesperante ya que a la hora de ver una cinta donde el protagonista debe pensar fríamente sus decisiones Bob lo hace en su mayoría de forma imprudente y visceral, siendo los demás personajes los que deben solucionar la mayoría de sus cometidos aunque si bien no son tan graves se entiende la frustración, para otros esto genera un juego de dinamismo en la historia haciendo que se asemeje a una película de los hermanos Coen llevando el argumento del personaje principal de El Gran Lebowski (1998) a un territorio más arriesgado.

Todo el cine es una mimesis de su época, y esta cinta no es la excepción, en realidad llega en un momento pertinente ya que si bien es una épica sobre el viaje de un padre errático que busca a su hija, su segundo plano es un reflejo del clima social que vive actualmente Estados Unidos con las crisis de deportación e inmigración, plasmando las ideas de los opresores como lo que son un grupo de personas sin pensamiento empático o coherente, aunque también tiene un cierto ojo afilado para plasmar a los que son mencionados como revolucionarios, satirizando ambas partes por igual de una manera puntual, aunque posicionándose a favor de los derechos migratorios.
Su cast (como en toda su filmografía) está lleno de actores consagrados o de estrellas nuevas. En este caso esa dicotomía es puesta en la cinta por Leonardo DiCaprio y Chase Infiniti. Si bien es la primera vez que Anderson y DiCaprio trabajan juntos, no está demás decir que él era la primera opción para ser el protagonista de Boogie Nights, pero debido a que Leonardo estaba ocupado rodando otra gran película como lo es Titanic (1997); Mientras tanto por el lado de Infiniti esta película es su debut actoral, dando una interpretación tan fresca y viva como la de el resto del cast.

El elenco secundario ofrece una gran diversidad de interpretaciones con personajes sumamente atrapantes. Sean Penn se come a todos los actores con los que comparte pantalla interpretando a un coronel racista lleno de contradicciones en su discurso y actos. Benicio del Toro interpreta a un Sensei latino que ayudará a Bob (DiCaprio) en su camino por encontrar a su hija llenando las escenas con un aire cómico e intenso en su discurso. Teyana Taylor como Perfidia aunque compone una participación menor que los dos anteriores sus escenas están cargadas de intensidad, su personaje se ausenta a partir del segundo acto de la cinta pero toda la cinta gira entorno a las consecuencias de su tiempo con su grupo radical de revolucionarios.
La puesta en escena y los encuadres tienen un estilo único e identificable del cine de Anderson, en particular hay un juego interesante con la intensidad de la luz en ciertas escenas que acompañan el viaje de Bob a través del desierto, así como también tiene un juego interesante durante las secuencias en las que está intoxicado con drogas. La cinta tiene una serie de plano secuencias que están llenos de acción tanto de los principales como del resto de actores en las escenas, se siente que todo lo que está ocurriendo en escena es más importante que ellos mismos y lo plasman como si se tratará de un reportaje sobre manifestaciones contra las autoridades que reprimen a las comunidades latinas.

Sin duda alguna esta película es una de las más importante del año por su subtexto, no sorprendería que esa fuera la razón por la que Paul Thomas Anderson casteara a Leonardo DiCaprio como el actor principal, ya que actualmente la película está siendo un fenómeno asombroso en redes sociales, la cinta es producto de una época de movilidad social asombrosa formando parte de otras cintas con pertinencia narrativa mundial como es el caso de Sinners de Ryan Coogler, Superman de James Gunn, Mickey 17 de Bong Joon Ho y Eddington de Ari Aster en la que se tocan temas sociales que deben ser puestos en análisis para crear una reflexión sobre el mundo actual.
la maestría de dirección, actuación y escritura refuerzan su valor como audiovisual su contexto enriquece la narración que pretende plasmar, es una cinta trascendental, llena de sátira y acción como nunca antes se vio en la filmografía de Anderson, la cual toma inspiración de muchas de las grandes obras contemporáneas para poder usar como motor temático por lo que Una Batalla tras Otra es una de las películas que uno debe de ver en cines para disfrutar toda la experiencia que propone.
