La película de Rigoberto Perezcano, estrenada en 2014, fue ganadora del Premio a Mejor Película en el Festival Internacional de Cine de Morelia, y a casi 10 años de su aparición sigue siendo poco conocida para la audiencia que disfruta las historias de la disidencia sexual. Hoy, en el mes del Orgullo LGBTTTIQA+, dedicamos un espacio para hablar de su relevancia en un país cuya transfobia sigue siendo visible. 

¿De qué va la historia?

Mabel, una muxe que lleva un tiempo fuera de su lugar de origen, regresa a su localidad tras enterarse de la muerte de su amiga Daniela, una muxe igual que ella. Cual detective y en compañía de un taxista de nombre Modesto, se enfrasca en la investigación para encontrar al causante del crimen que ha arrebatado la vida a su entrañable compañera. 

Mientras que el término trans se ha acuñado para referirse a quienes se identifican con el género opuesto dentro de los binarismos socialmente establecidos, en la cultura zapoteca de Juchitán, muxe es la manera en que se describe al género de las personas nacidas biológicamente con genitales masculinos, pero que expresan su identidad mediante características femeninas.  

He aquí uno de los  principales factores destacables de la narrativa: la representación de personajes de origen indígena pertenecientes a la diversidad sexual, rara vez retomados dentro del cine mexicano y el cine en general. En pocas palabras: bien por la visibilidad. 

El largometraje está clasificado dentro del género cinematográfico conocido como film noir o cine negro, conocido por las historias sobre crímenes en zonas urbanas. En este sentido, la apuesta de Perezcano en situar la historia en Juchitán, Oaxaca, un lugar de clima cálido, subhúmedo y semi rural, resulta una novedad para este tipo de filmes. 

Si bien no puede afirmarse que la trama gire en torno a un crimen de odio en contra del llamado tercer género, tampoco puede negarse. La manera en que Daniela es víctima de asesinato y quien fuese su victimario (sin hacer spoiler) posibilitan la interpretación de una fechoría producto de una sociedad machista, misógina y tránsfoba

Tan solo el año pasado, se asignó a México el segundo lugar dentro de la lista de los países con mayor índice de transfeminicidios, sólo después de Brasil. Es aún más preocupante que de la totalidad de los asesinatos que se cometen contra la comunidad LGBTQ+ en el país, el 87% corresponde únicamente a mujeres trans.

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Carmín tropical es un ejemplo de la construcción de personajes que generan familiaridad en el espectador y que dista de las narrativas LGBTQ+ centradas en el amor romántico e imposible (el cual es muy importante, pero que no es el único tipo de historia que acontece en las vidas de las personas trans, gays, bisexuales, queer, asexuales, demisexuales y más).

En este mes del Orgullo, vale la pena seguir rescatando a las películas con otro tipo de propuestas, que no dejan de interesar y sorprender al público. Ampliamente recomendada. 

Actualmente, el filme está disponible en Amazon Prime Video.