Cuántos problemas ha dado Edipo en nuestra sociedad, pero es que ¡A quién se le ocurre meterse con su madre! El error lo cometió él, pero la vida se ha encargado de estudiar la situación a tal grado en que el síndrome que lleva su nombre ha sido el diagnóstico de muchos pacientes que no han cometido los mismos actos, pero que sin duda tienen un daño como el de aquel griego al que nos referimos. Pero el problema es que esa historia ha vivido por tanto tiempo que ahora puede resultar aburrida y predecible para los que aún no la conocen. 

Pero la culpa no es de los “clásicos” por envejecer, no es su culpa haber nacido tantos siglos atrás como para que los más jóvenes no se quieran internar en los detalles de una historia que fácilmente puedes conocer si buscar en internet. Aunque si hay una forma de acercar las historias… las adaptaciones, esas obras que se toman “libertades creativas” para cambiar los hechos y contar una historia que parta de la premisa original, pero contada con otra perspectiva, tal y como lo hizo David Gaytán con la obra Edipo, nadie es ateo. 

El resultado de este proyecto es del agrado del público, por lo que la obra de Gaytán forma parte del homenaje que se está realizando a la trayectoria de escenógrafo Alejandro Luna y respecto a estas presentaciones tuvimos una charla con Adrián Ladrón quien nos habla de esta producción y nos dice:

 “Es muy importante acercarse a los clásicos por algo son obras que sobreviven a su tiempo, siempre son referentes obligados” —respecto a la importancia de montar este tipo de obras en la actualidad— “Siento que sobre todo las generaciones más jóvenes tienen una renuencia a acercarse a la lectura, a los clásicos… a los griegos. Por sentir que eso es algo aburrido, algo del pasado que ya no tiene mucho sentido” —complementa—.

Edipo, nadie es ateo

El actor que comparte escenario con Carolina Politi —quién estuvo recientemente en La Persona Deprimida—, Diana Sedano —quien ganó la categoría mejor dramaturgia mexicana en los premios Metro 2021—, Ramón Morales y David Gaytán —quién además de dirigir es el encargado de darle vida a Edipo— se muestra feliz de volver a presentar esta obra en la Ciudad de México y nos dice respecto a este proyecto: 

Creo que la obra responde con mucha vigencia porque de entrada la pluma de David es maravillosa, es un gran dramaturgo —menciona— maneja un lenguaje mucho más coloquial y cercano al espectador que las obras de teatro “clásico” que uno pudo ver en donde entendía muy poco.  Ladrón ve en el talento de Gaytán una forma de abordar las distintas figuras literarias que hacen que el público este atento a lo que sucede en el escenario y buscando entender cada elemento que forma parte de la puesta. 

Es una obra que se siente muy cercana en términos de lenguaje pero que también se siente necesaria de comprender y es muy importante poner al espectador en ese lugar de “necesito entender lo que está pasando”.

Adrián nos cuenta respecto a los elementos que hacen que el público joven pueda acudir a ver esta adaptación sin temor a salir decepcionados y nos dice: 

Hay muchos elementos para que las generaciones jóvenes la sientan cercana y necesaria de ver es una gran oportunidad de reescribir un clásico, desmitificando esta idea de que es algo aburrido porque se siente, vigente y cercana…Uno piensa que la tragedia es densa, pero la obra también puede ser muy divertida. —Es que en esta producción nos cuenta Ladrón que hay momentos donde el humor negro saca al espectador de lo solemne de la tragedia.

Edipo, nadie es ateo se estará presentando el sábado 13 a las 19:00 horas y el domingo 14 de agosto a las 18:00 horas en el teatro de la ciudad “Esperanza Iris” acompaña a la compañía que dará estas dos funciones especiales para celebrar a Alejandro Luna quien fue el encargado de la iluminación y la escenografía de este montaje.