Impulsado por la simple y gran premisa de no olvidar, se llevó a cabo el Festival Amplifica, un concierto en beneficio a los damnificados por los sismos ocurridos en el pasado mes de septiembre en distintos puntos del país.

Café Tacvba, Molotov, Kinky, Zoé y Mon Laferte fueron los artistas que dieron forma a la noche musical en el Palacio de los Deportes. El evento tuvo a su favor una organización impecable, quitando algunos problemas de audio, la logística siempre acompañó a los grupos y ayudó a que fluyera la música sin complicaciones.

Con puntualidad militar, Mon Laferte abrió el escenario de Amplifica en punto de las seis de la tarde para beneplácito de sus -no pocos- seguidores. La cantante chilena complació a su séquito con un ecléctico set que incluyó rockabilly, cumbia, balada y un sinfín de mezcolanzas rítmicas. Cumplidora, melosa y veloz, el show de Laferte me dejó frío pero sin duda activó a la audiencia.

Mon Laferte

El platillo fuerte de Amplifica llegó muy pronto, a las siete de la noche “El Café Tacvba” tomó el escenario para hacer explotar al foro capitalino. En una muestra de grandeza y humildad, “los tacubos” aparecieron sin pretensiones ni poses, con un setlist corto -desgraciadamente- pero meticuloso, una especie de soundtrack chilango que integra canciones cinceladas en el subconsciente citadino. Café Tacvba fue lo mejor de la noche, punto.

Café Tacuba

Con el gran peso de salir después de Café Tacvba y antes de Zoé, la banda regiomontana Kinky ofreció su set electrónico con una potencia y disciplina que me sorprendió. Un sonido impecable, un beat poderoso y unas baterías pujantes fueron la clave para que la banda de Gil Cerezo diera un espectáculo más que digno. Desgraciadamente, Kinky se encontró con un público en modo de descanso -exhausto por el carnaval de “los tacubos”- que sólo logró despertar a la gente al ritmo de ‘A donde van los muertos’. Los de Monterrey me dejaron un gran sabor de boca.

Con el primer retraso de la noche apareció Zoé, la banda de pop rock favorita de México dio el peor show de la noche. Con su habitual pose de “no me importa nada”, León Larregui ofreció un concierto cansino, su diminuta voz jamás se escuchó en las bocinas y su banda fue arrastrada por su actitud adormilada, nihilista y aburrida. Larregui, embriagado de sí mismo -y de una botella de mezcal-, sollozó, “faroleó” y se fue.

Zoé

La noche cerró con el show de Molotov, un concierto que nos trajo rock duro y puro. El recital de los mexicanos es más pesado de lo que pensaba, la banda “encrudece” su sonido en vivo y lo lleva a un terreno más “metalero” -por decirlo de alguna forma. Los himnos léperos ‘Chinga tu Madre’ y ‘Puto’ hicieron eco en el Palacio de los Deportes, llevando a la audiencia a su clímax. Molotov clausuró Amplifica con una versión muy sentida de ‘Gimme the Power’. “Que se sienta el power mexicano, que sienta,  todos juntos como hermanos”…

Molotov

El Festival Amplifica puede ser visto de muchas formas: ¿una noble causa?, ¿un pretexto para que cantantes y actores se luzcan?, ¿una gran cruzada abanderada por la nueva generación?, ¿una tapadera fiscal de fundaciones? Quizá Amplifica sea un poco de todo, sin embargo, me gusta pensar que sobre toda las cosas es una excusa para no olvidar, ya que cuando pase el temblor, vendrá la tragedia.