Festival de las Letras Europeas 

El encanto de las historias de perdedores, el periodismo de investigación e inquisitivo, los inicios del siglo XX revisitados y los contenidos de ficción para otras plataformas de entretenimiento, fueron algunos temas que se abordaron en el Festival de las Letras Europeas que, como cada año, se lleva a cabo en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

La escritora croata Lada Žigo reconoció que su literatura gira en torno a historias sobre perdedores, personajes que viven al margen de la ideología democrática, que asegura que todos tienen la misma oportunidad de alcanzar el éxito.

Por su parte la autora alemana Theresia Enzensberger, mencionó que combina la literatura con el periodismo y el guión cinematográfico, debutó con la novela Blaupause, en 2017, una obra que se sitúa alrededor de 1920, cuando emergió la célebre escuela de arquitectura Bauhaus, en la que coincidieron algunos de los artistas e intelectuales más influyentes del siglo.

Otra de las participantes, la escritora finlandesa Johanna Sinisalo reconoce a su literatura como especulativa y distópica; con historias que hablan de una sociedad que en vez de seguir avanzando hacia la ampliación de derechos y de equidad de género en la que se está trabajando, retroceden e instauran un hiperpatriarcado en el que todas las drogas y placeres están prohibidos excepto el sexo, convertido en un commodity, pero ejercido con libertad solamente por los hombres, puesto que las mujeres deben complacer. La autora comentó:

Cosas como la equidad de género son bastante jóvenes en las sociedades, por lo que los avances y privilegios pueden revertirse, de ahí que resulte importante abordar estas cuestiones desde la literatura para advertir los peligros de regresar a esas prácticas, ejercitando el escenario en papel de forma que podamos ver los patrones que nos crean y los procesos a que dieron lugar, evitando quizás que ocurra.

Foto: @FIL/ Bernardo De Niz

En tanto, Joris Luyendijk, el único de los participantes que se dedica exclusivamente al periodismo y a la literatura de no ficción, señaló: “si bien utilizo herramientas de novelista, me interesa obtener información y disipar dudas. Necesito tener una base de realidad que diga algo útil del mundo”. Además, su profesión le permite entrevistar a personas que probablemente “no han tenido una conversación profunda en diez años”, lo que posibilita que si se realizan las preguntas adecuadas y a fondo, “la gente se abre como una flor” para contar su historia.

El Festival de las Letras Europeas es organizado por la FIL Guadalajara, la Delegación de la Unión Europea en México y el Instituto Goethe México.

María Baranda,recibió el Premio SM de Literatura Infantil y Juvenil

Cuenta María Baranda que su búsqueda de palabras comenzó a los cinco años, cuando su hermano mayor le solicitó la palabra secreta para entrar a su club de amigos. Desde entonces, María camina por un placer que es casi necesidad y sale al encuentro de los rostros y los ruidos que a veces aparecen en sus páginas.

María sabe, dijo Eduardo Casar, que lo que escribe para niños debe gustarle también a los adultos, y esto es porque “el manantial nutricio de la obra de María Baranda es la poesía, aunque se mueva en los callejones de los poemas o en las anchas avenidas de la narrativa”.

Javier Palop, director de la Fundación SM, señaló que el objetivo de este Premio “es reconocer la excelencia de una carrera literaria, porque reconocer es más que agradecer, más que ver, e implica afirmar el valor que tiene para nosotros quien es reconocido, con este premio vamos construyendo un camino de personas y una red de creadores de culturas infantiles y juveniles para presentes y futuros”.

© FIL/ NABIL QUINTERO)

Mientras, Irma Ibarra, en representación del jurado, leyó el acta en la que se consigna que Baranda se hizo acreedora del premio por unanimidad y por su obra de amplio registro temático y ejecución precisa, que hace del lenguaje un espacio compartido para explorar mundo interior y exterior.

En su mensaje, María Baranda afirmó que cuando era niña no había escritores infantiles en español, por lo que su contacto fue con otras culturas y realidades. Ahora, en cambio, también señaló:

Escribir para niñas y niños significa escribir sobre su realidad y su entorno, con esta lengua nuestra que dice ajolote, tortilla, epazote, que puede hablar del dolor de perder a la familia, de vivir en el exilio, de soportar la crudeza de los tiempos, donde se ríe o se ama más allá del hastío o de la desesperación.

Los cuentos y poemas que escribo para ellos tratan de mirar el horizonte de la página como un espacio que dé consuelo, creo en inventar historias con las que se puede encontrar el camino de regreso, en percibir a ese niño, a esa niña, que están ahí, delante mío a la espera de la palabra primordial que los fascine en su propio vuelo y que los rete en su inteligencia, con la que puedan entregarse al viaje de lugares insospechados.

Con libros como los de María Baranda creo que será fácil acercar a nuestros niños y jóvenes al mundo de la literatura y así tener un mejor futuro. El Premio SM de Literatura Infantil y Juvenil es más que un premio, es una esperanza para una mejor sociedad.