Vivir Emociones Con La Ilustración Portuguesa

El encuentro de ilustradores que tiene como escenario la FIL Guadalajara arrancó con una charla centrada en el trabajo de dos autoras del país europeo. Eva Evita, arquitecta e ilustradora que participó el sábado pasado en la inauguración de FILustra, el encuentro de ilustradores de la FIL Guadalajara. Con ella estuvo la también ilustradora portuguesa, Carolina Celas, y juntas arrancaron las actividades del encuentro con la charla “Las emociones y el dinamismo en la ilustración portuguesa”.

Imagen cortesía © FIL Guadalajara/Natalia Fregoso

El trabajo de Eva Evita refleja las vivencias que experimentó en su ciudad, la que describió como un lugar muy pequeño, situación que la motivó a expresar sus emociones por medio del diseño, donde plasma lo que ha vivido y observado. La arquitecta e ilustradora mostró algunas de las fotografías de paisajes, espacios y personajes de su ciudad que inspiraron los dibujos que expuso a los asistentes.

Por su parte, Carolina Celas exhibió su obra, donde quedaron patentes las emociones que la inspiraron a emigrar del diseño y la publicidad a contar historias mediante su arte. Al ser una apasionada de los libros, comenzó con su trabajo como ilustradora en Lisboa. Aunque muchos de sus trabajos son por encargo, Celas reveló que le gusta trabajar sobre los personajes, imaginar lo que piensan y provocar que el lector cree sus propias ideas al contemplar sus ilustraciones.

Imagen cortesía © FIL Guadalajara/Natalia Fregoso

El dinamismo en su obra se percibe en la manera en la que trabaja con el espacio, con la que pretende que el lector logre entrar al universo que observa, como en su libro Horizonte que puede ser disfrutado, tanto por niños como por adultos. “Es un viaje poético, imaginario, que los invita a explorar lo que está siempre presente, el horizonte está siempre presente, aunque estemos en distintos lados”, expresó Celas.

PALABRAS ÁRABES QUE HABITAN EL ESPAÑOL

El poeta Sultan Al Ameemi participó en la charla “El léxico árabe y su impacto en la lengua española”, que tuvo lugar en el pabellón de Sharjah, país Invitado de Honor. El sultán mencionó que “Existen cuatro mil palabras de origen árabe dentro del idioma español, producto de la influencia musulmana que convivió con los habitantes de la península ibérica, entre los siglos VII al XV”. 

Imagen cortesía © FIL Guadalajara/Eva Becerra

Parte de su vida se ha centrado en el análisis de la presencia del árabe en el español, labor con la que ha descubierto que esta influencia ha sido documentada en diferentes diccionarios a lo largo de los siglos. Estos textos han mostrado la evolución en la traducción de ese idioma y la construcción de puentes entre las personas que hablaban el latín y querían aprender árabe, y viceversa. Al Ameemi nombró algunas de las palabras que son influencia del árabe como: Sembrar, aceite, tamiz, jarra, estrella, altar, tabaco, algodón, almohada, jarabe, alfil, comino, sed y nácar.

Imagen cortesía © FIL Guadalajara/Eva Becerra

En la charla también participó Moisés Garduño García, quien explicó que la palabra albur proviene del concepto árabe albúri, que se refiere a un pez que salta de manera espontánea. Dijo que es precisamente el no saber cuándo va a saltar, lo que le da el sentido a la palabra en el español. Garduño preguntó a Al Ameemi si el idioma árabe podía verse afectado por las nuevas palabras provenientes de otras culturas, como la estadounidense, tras lo que respondió que no solo esa lengua, sino que todas están expuestas a diversas influencias por distintos medios.

También mencionó que en los Emiratos Árabes hay personas que hablan de la protección del idioma, por lo que hay esfuerzos de los gobiernos para que sea la primera lengua de los jóvenes, El escritor tapatío Jorge Alberto Pérez, quien fue el moderador de la charla, destacó que incluso los textos más antiguos del idioma español tienen su origen en la cultura árabe: las jarchas.

CECILIA VICUÑA EN  El SALÓN DE LA POESÍA 

El Salón de la Poesía comenzó sus actividades y que mejor que con la presencia de Cecilia Vicuña, quien leyó su obra y habló sobre el significado de la poesía en su vida. La poeta chilena regresó a México después de dos años marcados por la pandemia. Su colega Victoria Ramírez que ha trabajado con ella desde hace más de diez años en diferentes antologías, fue quien la presentó 

Imagen cortesía © FIL Guadalajara/Paula Vazquez

Cecilia Vicuña abrió la lectura con el poema que marcó el inicio de su vida como poeta,  y que comenzó en México. Mencionó que para vivir se tiene que estar en la luz, en la poesía. Leyó piezas que giraban en torno a protestas estudiantiles, en donde el objetivo era darse besos con cualquiera en la calle; recitó otros que ella catalogó como “chanchos”, es decir, poemas pornográficos. Después, explicó que la poesía en quechua fue la catalizadora de su oficio. 

Cecilia Vicuña ha sido catalogada por la crítica como una de las voces más auténticas y polifacéticas del istmo chileno, ya que está fuertemente ligada a la exploración creativa y a la resistencia política. A manera de monólogo pregunto: ¿Qué caminos puede abrir la poesía? “¡Puras preguntas fáciles!”, indicó Vicuña, para luego compartir que cuando era joven vivió un terremoto terrible en Chile, experiencia que reafirmó en ella la convicción de la fragilidad humana, equiparable con la misma destrucción del planeta propiciada por la humanidad. 

Imagen cortesía © FIL Guadalajara/Paula Vazquez

Para finalizar declamó un poema en quechua de la época de la Conquista, declarando: “Y entonces la luz se encontró con mi voz”. Para finalizar leyó “Cruz del Sur”, seguido de unas palabras dirigidas al gobierno chileno en las que aseguró que después de que no se aprobara la nueva Constitución en el país andino, se perdió un pedazo de alma del pueblo chileno.