La trashumancia viene del Latin “Trans” que significa, de la otra parte y “humus” que se refiere al pastoreo nómada, a la circulación de personas y animales por grandes territorios.

De esta forma el Laboratorio de Arte Alameda toma este concepto para como referencia para hablar de territorios inquebrantables, de territorios separados, en los cuales se busca cruzar una frontera, pero en esta exposición de arte, la frontera que se busca cruzar es sobre la humanidad, la sexualidad, temas de género, dinámicas de poder, hegemonía y explotación.


Esto se logra por medio de obras audiovisuales, sonoras, performances y esculturas digitales. Dentro de esta exposición se integran cinco nuevas instalaciones creadas específicamente para el recinto.

La exposición se compone de dos zonas principales, la primera de ellas creada por tres artistas mexicanos, los cuales buscan crear una experiencia única, combinando arte, inteligencia artificial, tecnológicas de vanguardia e incluso performance, para crear una experiencia completamente diferente, donde podrás disfrutar de tres piezas principales que hablarán sobre todo de la sexualidad, genero, roles, cada una con un concepto completamente diferente, la primer obra tiene como inspiración la naturaleza y el proceso de cambio de sexo de algunas especies animales, mientras que otra habla sobre como hemos sido moldeados como un experimento en un frasco, y la ultima pieza principal se compone de un tótem, de personas, simbolizando el cambio.

Por otro lado, también hay una exposición performance, de la cual no hablaré, pero que sigue la misma senda que el resto de las obras.

La segunda parte de la exposición está conformada por las llamadas esculturas sensibles, una obra de Rodrigo Garrido, que busca explorar la humanidad por medio de las maquinas y la inteligencia artificial, esto por medio de obras en las cuales combina la escultura y el mundo digital, en una búsqueda de encontrar lo que nos vuelve humanos, de responder preguntas tan simples como ¿Qué somos? ¿Qué nos vuelve humanos? ¿Qué es el amor? ¿Qué son nuestros defectos? Estás son preguntas que Rodrigo nos invita a formularnos mientras vemos como una inteligencia artificial intenta recrear el comportamiento humano, pues a pesar de que Rodrigo está consciente de que la IA solo puede imitar, y que por dentro, son solo una maquina, permitiéndonos ver incluso la computadora que hay dentro de algunas piezas, se cuestiona que tanto de nosotros hay impregnado en ellos, al menos puedo decir que también fue mi impresión al ver especialmente la obra Lovers, obra principal de la exposición, y que se compone de dos IAs que se deben enamorar el uno del otro, por medio de una sola cámara, y cuando finalmente se enamora, mueren.

Es una obra con un concepto realmente impresionante, pero que como Rodrigo nos explicó durante nuestra visita, es solo el inicio de una obra limitada por la tecnología.


Puedes visitar ambas exposiciones desde este momento en el Laboratorio de Arte Alameda.