65 AÑOS DE UN LEGADO: BRYAN CRANSTON
Prendes la televisión, cambias al canal de los programas infantiles, el ocaso se esconde mientras cantas al ritmo de la estrofa: Yes, no, maybe, I don’t know. Imágenes de una alocada familia se mezclan con escenas de anime, una tortuga gigante y una pelea de box. Sabes que es el inicio de veintidós minutos llenos de risas, peleas y amor disfuncional; así comienza Malcolm in the middle.
Los créditos del intro musical, escriben en mayúscula, Bryan Cranston. De inmediato recuerdas un rostro cuadrado, de sonrisa amigable y cabello castaño que encarna a Hal, el papá más excéntrico de la pantalla chica en los 2000.
Ya sea interpretando a este caótico jefe de familia, al cocinero de metanfetamina más peligroso de Albuquerque en la serie Breaking Bad o a un mafioso disfrazado de mecánico como en la cinta Drive, el actor estadounidense ─Cranston─ marca un inigualable legado actoral en el cine, la televisión y nuestros corazones.
Este 7 de marzo, Bryan celebra sus 65 años de vida y, para honrar su trabajo, Bogart Magazine te invita a echarte un maratón de los momentos más icónicos de su aclamado personaje, Hal.
“Gigantes lustrosos en traje de baño”
En el capítulo ─La fuga de la clase especial─ de la sexta temporada, Hal conoce a un grupo de “tontos fortachones” en el parque. Cuando el grupo de niños especiales de la escuela de Dewey desaparece, Hal lidera a estos musculosos en calzones para encontrarlos. Sin duda, recordamos este episodio por los fisicoculturistas cargando el carro de Hal por toda la ciudad.
Peleas con las abejas
La séptima temporada nos muestra que Hal es enemigo natural de las abejas. En el capítulo, Jessica se queda en la casa, nuestro neurótico personaje le declara la guerra a la única abeja sobreviviente de la limpieza del cobertizo. Al parecer, Hal prefiere destrozar su auto para matar a su contrincante voladora antes que aceptar la culpa que siente por su genocidio apícola.
Este momento nos transporta al episodio de la primera temporada, De robots y abejas, donde Cranston fue cubierto de estos insectos desde la cintura hasta la cabeza.
“¡Es una avalancha de pintura!”
Hal entra en un dilema interno porque un niño de siete años cuestiona su vida laboral. Deja temporalmente su trabajo y, como es costumbre, se obsesiona con un nuevo hobby; esta vez, la pintura. Hal renuncia es el catorceavo capítulo de la segunda temporada y nos regala una versión artística, relajada y feliz del personaje. Además, de dejarnos con la incógnita, ¿qué rayos pintó con 500 litros de pintura?
Entre globos y sustos
Malcolm y Reese son castigados por Lois y Hal; desafiando su autoridad, los chicos escapan a una fiesta y dejan como reemplazo un globo y una máscara de Halloween en sus camas. Esta es una de las pocas veces que Hal es inflexible con los muchachos, pues una noticia misteriosa hace creer que morirá pronto.
Hal se despide de sus “angelitos” mientras duermen, pero en vez de entristecernos, nos atacamos de la risa al ver cómo el globo le explota en la cara. Este episodio se titula, Susto de muerte, y es parte de la tercera temporada.
La hermandad de la rueda
Finalizamos este recuento con el capítulo de la primera temporada, Los patinadores. Hal es fanático del patinaje (o como lo ha bautizado, la hermandad de la rueda), por lo que todos los miembros de la familia deben tomar un curso intensivo con él antes de usar patines.
Al compás de la canción We are the champions, Cranston nos demuestra su talento nato para los deportes. Este momento mezcla la esencia del actor con la de su personaje, un hombre sensible, rocanrolero, ágil y muy divertido. Sobre todo, jamás olvidaremos su poderoso outfit porque ¿quién no quisiera vestir y lucir así de bien ese traje azul de lentejuelas?