Adele: el fenómeno inusual de una década
“Sólo hay uno como tú en el mundo, así que ¿para qué quieres parecerte a alguien?”
Adele (Tottenham, Inglaterra 1988)
Tal vez esta frase resuma la clave del éxito de una carrera que no hace más que subir como la espuma conforme pasan los años.
Su nombre completo es Adele Laurie Blue Adkins, una mujer que a sus escasos 20 años conquistó a todo el mundo con su voz. Hoy en su cumpleaños 32 la cantante no es solo un gran referente de la música soul y R&B, sino que más importante aún: es el referente de una época, una época tan reñida en el ambiente musical que el reconocimiento es tan efímero y es imposible darse el lujo de fracasar.
En el momento en que Adele llegó a la escena musical la contienda que estaba por disputar estaba repleta de grandes referentes de la cultura pop: una Katy Perry que acumulaba canciones número 1 al por mayor, una Lady Gaga rebelde y extrovertida repleta de un séquito de seguidores que la hacían sonar en todos los lugares posibles, una Rihanna que mandaba un mensaje de mujer armando sus propias reglas del juego con mucho éxito. Pero Adele llegó con la mano en la cintura a ocupar un lugar en aquella escena sin pedirle nada a nadie, causando extrañeza en muchos que se preguntaban de dónde había salido.
Al igual que muchas de su generación, formó un modelo propio que marcó tendencias: Adele era lo clásico, lo que podía gustar a, literalmente, todo el mundo desde los abuelitos, hasta el o la adolescente que le llamaba la atención esos géneros poco populares, y por otra parte los fieles seguidores de aquellos sonidos de Amy Winehouse, su más grande icono pero que desafortunadamente había dejado un espacio grande que llenar.
19, 21 y 25
Quien NO haya vivido en una cueva toda su vida sabrá que sus discos llevan por nombre la edad en que los escribe. Cuando “19” salió al mercado, en 2008, y su lead single ‘Chasing Pavements‘ logró un éxito poco usual en las listas de popularidad británica, los ojos de los productores se posaron sobre ella viendo, seguramente, una prodigiosa voz, una propuesta musical original y un aspecto poco común en la industria que fácilmente permitiría identificarse con ella. Pero nadie vio venir lo que el futuro le deparaba, un panorama que sorprendería al público en general, y sorprendiéndose incluso a ella misma.
Su consolidación mundial llegó con “21” (2011). Seis Grammys hicieron que rápidamente su cifra en los premios se incrementara, acumulando a la fecha 15 Grammys, un Oscar y un Globo de Oro por su participación en la banda sonora del Agente 007, Skyfall. En medio de tantos premios sus ventas eran inimaginables para alguien de 22 años (30 millones de copias vendidas) que básicamente acababa de entrar en Estados Unidos, y dejó atrás a Katy Perry y Lady Gaga.
Para 2015 su tercer disco “25” rompió todos los récords para una artista femenina, la lista realmente es larga, pero entre ellos destaca el video más visto del año con Hello, el disco más vendido en una semana (3 millones de copias) que destronó a Tylor Swift con su álbum 1989 que ostentaba el titulo del disco más vendido en una semana sólo un año antes. Al final de la era: 5 Grammy fueron la cereza del pastel.
¿Qué nos ha enseñado Adele?
1.- Actualmente los medios para obtener fama y notoriedad parecieran ser los escándalos, protagonizar peleas en redes y un físico espectacular que no todos poseen, -muchas veces- dejando de lado el talento. Adele es la encarnación que se puede tener una carrera exitosa sin todo eso y además ser querida por el público, a base de talento y no solo sus consumidores directos, sino que es capaz de instalarse en la memoria colectiva de todos.
2.- La competencia es buena. Entre más cantantes haya, los que llevan años de carrera detrás deben impulsar su carrera superándose tantas veces sea necesario creando mejores productos, conceptos y algo que las identifique. En su caso es visible la madurez musical y un sello propio y aunque aún le falta explorar nuevos terreros, tal vez pronto nos sorprenda.
3.- El mensaje lo es todo. Grandes cantantes pop (o de cualquier otro género) sobreviven el paso del tiempo porque tienen claro el mensaje que quieren trasmitir a sus audiencias y cómo quieren que sean vistas. Esto da firmeza a la carrera de las personas públicas. En su música también se forman banderas y deben conservar una narrativa que vaya acorde a su esencia (aunque ésta llegue a cambiar), como resultado se obtienen fans “reales” que conectan con el cantante y aseguraran su presencia en las décadas siguientes. Algo así como lo hace Beyoncé, Lady gaga y Taylor Swift.
No cabe duda de que el fenómeno Adele tiene mucho que darnos aun, por lo pronto esperemos que a finales de este caótico 2020 nos sorprende una vez más porque ya hemos visto que esta mujer todo lo puede.
¡Felices 32 años!