Eminente de principio a fin, Isaac Asimov fue un escritor cuya procedencia era el futuro y sus obras se imprimieron varias décadas atrás; esta sería la única teoría probable para explicar la exagerada precisión con la cual describió los años a partir del 2000 en adelante. 

La lucidez del científico ganador de los premios Hugo (máximo reconocimiento en la ciencia ficción) en el rubro tecnológico y social le permitieron vislumbrar los alcances de la ciencia, pero sobre todo, la forma en que sería aplicada. A mí parecer, su panorama del futuro es más objetivo que el de autores del género como George Orwell o Aldous Huxley, aunque cada quien cuenta con su alta validez. 

Podría pasar numerosos párrafos alabando la grandeza de Asimov, pero lo importante es entrar en materia, por ello me limitaré a explicar a través de algunas de sus obras (Sin incluir Yo Robot), cómo su legado es, y seguirá vigente. 

SENSACIÓN DE PODER

Uno de los cuentos más demoledores, en este relato, Asimov destaca la idea de que los conflictos bélicos serían, en gran medida, a través de computadoras, además uno de los personajes, Myron Aub, “desarrolla” una capacidad que solía ser común en la antigüedad. Sin embargo, hoy en día, gracias a las calculadoras se ha dejado a un lado.

EL FIN DE LA ETERNIDAD

Considerada una de las obras capitales de Asimov, Eternidad es una organización dedicada a preservar y mantener el bien de la humanidad a través de los viajes en el tiempo. En esta obra encontramos la necesidad de la raza humana por controlar las acciones de la sociedad e incluso poder predecir su conducta individual para planificar el mejor escenario futurista, recursos que la esfera gobernante quisiera poseer, y no me cabe duda, trabaja en obtenerlas. 

FUNDACIÓN 

La trilogía que llevó a Asimov a la cumbre, Fundación relata el auge y caída del Imperio Galáctico. El mismo autor declaró que está basado en la historia de la antigua Roma, lo que nos indica claramente cómo la existencia humana se reduce a ciclos interminables, una obra filosófica y política en la que las matemáticas y el control social a través de un concepto interesantísimo llamado “Psicohistoria” juegan un papel fundamental.

LA ÚLTIMA PREGUNTA

En el año 2061, la Tierra por fin se “bañó en luz” y logró llegar a otros planetas gracias a la inteligencia de una supercomputadora llamada “Multivac”, pero una pregunta no podrá ser respondida sino hasta el momento cumbre de la propia existencia de la raza humana. El propio Asimov destacó este cuento como su favorito

EL FACTOR COMÚN

Pese a tener una gran visión del futuro, Asimov en todos sus cuentos hace hincapié sobre la forma en que las altas esferas se dejan llevar por la ambición, por el deseo de poder e inmortalizarse, todo ello culmina en un solo final, la cual me gusta pensar que es la advertencia del autor: nuestra propia destrucción sucederá sin importar que tan inteligentes seamos nosotros o las computadoras, ni siquiera el hecho de llegar a otros planetas o de obtener energía del sol podrá detener lo inminente, algún día será el último.