La poesía es uno de los grandes géneros literarios, su lectura está condicionada a la interpretación, dedicada a historias de amor, erotismo, naturaleza, belleza y vida. Ezra Pound, en su libro El arte de la poesía, escribió: “El poeta tiene una importante responsabilidad social porque moldea el imaginario de su tiempo”.

Con el paso de los años, la poesía mexicana ha moldeado ese imaginario tiempo y consiguió prestigio, historia y tradición. México ha dado al mundo importantes poetas desde épocas prehispánicas como Netzahualcóyotl, uno de sus versos más conocidos dice: 

Amo el canto del cenzontle,
pájaro de cuatrocientas voces.
Amo el color del jade
y el enervante perfume de las flores,
pero amo más a mi hermano: el hombre.

Nezahualcóyotl, Tlatoani de Texcoco

Hoy 21 de marzo, Día Internacional de la Poesía, preparé una lista que rinde homenaje a hombres y mujeres apasionados por la lírica, en mi opinión lo mejor que ha dado México al mundo de la literatura. Cabe señalar que no es un top, tampoco tiene un orden en particular, simplemente los coloque conforme aparecieron sus obras en mi librero.

  • OCTAVIO PAZ (1914-1998)

Una de las personalidades más importantes de la poesía latinoamericana es Octavio Paz; su obra la desarrolló escribiendo de erotismo, destino del hombre, amor, experimentación y metafísica. Los poemas de Paz a poco más de cien años de su nacimiento, siguen descubriendo las actitudes de los mexicanos. 

Octavio Paz siempre se preocupó por el uso correcto del lenguaje, él decía: “El verdadero autor de un poema, no es el poeta, ni el lector, sino el lenguaje”. Fue la cabeza de una corriente de pensamiento a través de libros, revistas, puestos políticos y la academia; se convirtió en una de las figuras más importantes de la literatura en español, les comparto un fragmento de su poema “Bajo tu clara sombra”.

Bajo tu clara sombra
Un cuerpo, un cuerpo solo, un sólo cuerpo
un cuerpo como día derramado
y noche devorada;
la luz de unos cabellos
que no apaciguan nunca
la sombra de mi tacto;
una garganta, un vientre que amanece
como el mar que se enciende
cuando toca la frente de la aurora…

Ganador del Premio Nobel de Literatura en 1990. Sus obras más importantes son La llama doble y El laberinto de la soledad. La producción literaria de Paz está conformada por casi una treintena de libros. 

  • ROSARIO CASTELLANOS (1925-1974)

Escritora e intelectual, Rosario Castellanos fue de las poetisas mexicanas más destacadas del siglo XX; a través de su poesía expresó su forma de ver el mundo, como un lugar de lucha por los derechos. Su obra es esencial para la construcción de una identidad femenina, destacó por la agudeza de su crítica ante una sociedad que relegaba a los pueblos indígenas y mujeres. 

Al adentrarse en sus versos, encontramos aspectos autobiográficos, pero sin dejar el trasfondo político-social. En algunos poemas habla del amor, la mujer y la relación entre ambos como en “Los adioses”.

Los adioses
Quisimos aprender la despedida
y rompimos la alianza
que juntaba al amigo con la amiga.
Y alzamos la distancia
entre las amistades divididas.
Para aprender a irnos, caminamos.
Fuimos dejando atrás las colinas, los valles,
los verdes prados.
Miramos su hermosura
pero no nos quedamos.

Rosario Castellanos nació en la Ciudad de México, pero vivió desde niña en Comitán, Chiapas. Al perder a su familia, sintió la necesidad de expresarse, empezó a escribir y con el tiempo se convirtió en la primera mujer escritora de Chispas. Como poeta publicó algunos libros, entre los que destacan Trayectoria del polvo, Lívida luz y Materia memorable.

  • AMADO NERVO (1870-1919)

La trayectoria de Amado Nervo se desarrolla en tres ejes conductuales; el poeta vinculado a escuelas y tendencias, el poeta relacionado a lo filosófico y religioso, así como el poeta amoroso. En sus versos se destacan las expresiones tristes, melancólicas y suaves; su obra evolucionó del romanticismo modernista, visual y sonoro, a una poesía abstracta y conceptual.

La figura más destacada del modernismo en México fue Amado Nervo, en esta etapa ofrece su visión de la vida, en algún momento escribió: “Y me agobian dos penas sin medida: un disgusto infinito de la vida y un temor infinito de la muerte”, como muestra, un fragmento de su poema  “En paz” que al final dice: 

Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas…
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

Perlas negras, Místicas, Serenidad y La amada inmóvil, son sus obras más reconocidas. Falleció siendo diplomático en Uruguay, sus restos fueron trasladados en el crucero “Uruguay” de la Armada Uruguaya y escoltado por el crucero argentino “9 de julio”; en La Habana, se unieron los buques “Zaragoza” de México y “Cuba” de Cuba, posteriormente se le rindió un homenaje sin precedente.

JOSÉ EMILIO PACHECO (1939-2014)

José Emilio Pacheco fue un sobresaliente humanista literario de las últimas décadas en nuestro país, la escritura era todo para él. En el 2019, al recibir el Premio Cervantes, mencionó: “La lengua en la que nací constituye mi única riqueza”. Sus obras se destacan por el uso de expresiones simples y directas, aquí una pequeña muestra. 

A nuestra antigua casa llega el invierno
Y cruzan por el aire bandadas que emigran.
Luego renacerá la primavera, revivirán las flores que sembraste.
Pero nosotros
Ya nunca más veremos
Ese dulce paraje que fue nuestro.

Los temas recurrentes en la obra de Pacheco son el compromiso social con México, el paso del tiempo, la vida, la muerte, pesadumbre, melancolía y desesperanza. José Emilio Pacheco siempre tuvo vocación de escritor, sus versos estaban dirigidos al público especializado como al común; su poesía es una expresión sobre la  fragilidad de la vida.

Honró, respetó y elogio a los poetas de antaño, a sus contemporáneos y a los jóvenes respectivamente. Gran parte de su obra está publicada en el volumen Tarde o temprano. También destacan Los elementos de la noche, El reposo del fuego y La edad de las tinieblas

  • PITA AMOR (1918-2000)

Pita Amor fue una mujer transgresora y polémica, la mejor en cuanto a soneto, décima y lira del siglo XX en México; alumna de Alfonso Reyes e influenciada por Sor Juana Inés de la Cruz, Francisco de Quevedo y Luis de Góngora. Su obra es de gran calidad, llena de controversia en una época que la miró con extrañeza; pese a ser una escritora importante, el reconocimiento fue efímero, no por falta de talento, sino por no seguir los atavismos de la mujer mexicana, en una sociedad conservadora y cuadrada.  

A través de su poesía quiso transmitir su personalidad intensa y vigilante; del mismo encontramos drama espiritual del hombre, nostalgia, origen y desamparado. Pita Amor siempre evito encasillar su poesía en categorías estilísticas, insistía en la importancia del contenido como en el poema “Despojo civil”

Despojo civil
Es despojo civil de las edades
el lánguido deseo que poseo,
el ávido deseo que deseo
por el eterno mar de tempestades

Son despojo civil mis ansiedades
es despojo civil lo que yo veo
es despojo civil lo que yo leo
y despojo civil son las ciudades

Es despojo civil mi pensamiento
y es despojo civil mi entendimiento
Es despojo civil lo que yo pienso

y es despojo civil este descenso
Son despojo civil todas mis venas
y despojo civil todas mis penas

De todos sus libros, Puerta obstinada, Círculo de angustia, Polvo, Otro libro de amor y Todos los siglos del mundo son los más importantes; en cada uno de ellos encontraremos angustia, debilidades humanas y un acercamiento disidente a figuras cristianas como, Dios padre y Cristo. 

  • JAIME SABINES (1926-1999)

Jaime Sabines fue un poeta e intelectual, cabe mencionar que siempre rechazó el adjetivo de “intelectual”; él decía: “El lenguaje de todos los días, el cotidiano, el que habla la gente común y corriente, las palabras del hombre del pueblo, es con el que se hace la poesía”. Aquel que ha leído a Sabines lo entiende y hace suyos los poemas, su trabajo es lectura indispensable; el mejor homenaje que se le puede hacer, es que lo siguen leyendo, aquí un pequeño fragmento de “Espero curarme de ti”.

Espero curarme de ti
Espero curarme de ti en unos días.
Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte.
Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno.
Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana?
No es mucho, ni es poco, es bastante.
En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego.
Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado.
Y también el silencio.
Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada…

Los temas más recurrentes fueron la vida, muerte, condición humana, soledad, paso del tiempo, y amor; escribió sobre las vivencias de todos los días y le cantó a la muerte para celebrar la vida. Su obra es corta, pero de gran trascendencia para las letras mexicanas y de la lengua española; la gente busca su poesía porque se refleja en ella, Sabines se convirtió en referente y en el más leído de nuestro país. 

Jaime Sabines fue un escritor admirado y respetado por sus contemporáneos; el poeta Eduardo Lizalde así lo describió: “Sabines fue un poeta de gran personalidad e inteligencia, conocedor de la literatura universal”; José Emilio Pacheco dijo: “Sabines se equivoca como todos, pero acierta como pocos”; por su parte, Para Octavio Paz mencionó, “Sabines es un hombre de singular personalidad y estilo; se instaló con naturalidad, en el caos. No por amor al desorden sino por fidelidad a su visión de la realidad”.

  • SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ (1648-1695) 

Sor Juana Inés de la Cruz es la última gran poeta de los Siglos de Oro de la literatura en español. Su poesía es compleja en cuanto al lenguaje, con referencias a la mitología grecolatina. Sor Juana siguió los modelos literarios de la época y los superó, su obra gozó de popularidad, fue publicada en España y leída en muchas partes del imperio. En los siglos XVII y XIX fue un tanto desdeñada, pero en el XX se revaloró como un clásico de la literatura hispánica.

En la poesía de Sor Juana Inés de la Cruz hallamos numerosas y elocuentes redondillas, endechas, liras y sonetos, entre las que destacan los de tema amoroso, como los sonetos “Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba” y “Detente, sombra de mi bien esquivo”, aquí una muestra. 

Detente, sombra de mi bien esquivo

Detente, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.

Si al imán de tus gracias atractivo
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero,
si has de burlarme luego fugitivo?

Mas blasonar no puedes satisfecho
de que triunfa de mí tu tiranía;
que aunque dejas burlado el lazo estrecho

que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.

Su vida intelectual fue intensa, escribió poemas líricos, cortesanos y filosóficos, comedias teatrales, obras religiosas y villancicos para las principales catedrales del virreinato. Su obra destaca por una deslumbrante belleza sonora, ingenio y profundidad filosófica. Sor Juana Inés de la Cruz, a 326 años de su muerte, sigue vigente y siendo una referencia de la literatura universal

Sé que hicieron falta muchos poetas en esta lista, tal vez el próximo Día internacional de la Poesía, haga otra con bardos olvidados, sin reconocimiento o escritores que no son propiamente poetas, pero que lo han hecho con gran decoro.