Han pasado 5 años desde que el hombre que cayó a la tierra dejó su cuerpo y las cenizas se hicieron cenizas, aquel 10 de enero de 2016 cuando el universo recibió a una estrella tan brillante que sería capaz de eclipsar al mismo sol, pero que prefirió brillar en su propio espacio, con sus reglas, conservando la originalidad que llevo hasta el último momento. David Bowie fue una persona adelantada a su época, es un referente para lo andrógino y de lo lejos que puede llegar una persona que rompe el traje de lino para ponerse un leotardo con diamantina y un rayo en la cara.

A finales de 2015 el intérprete de Let’s Dance estrenaba Lazarus un musical basado en el libro “El hombre que cayó a la tierra” del cual Bowie protagonizó su versión cinematográfica en 1976 y contaba la historia de un hombre que buscaba la manera llevar agua a un planeta destinado a la muerte a causa de la sequía. El hombre de las estrellas dejó una huella, un espectáculo que vivirá para recordarnos la genialidad de sus letras y el regalo que es su música.

Dos días antes de su partida estrenaba Blackstar un álbum en el que podemos percibir como hacia lo posible por evolucionar sus conceptos en cada álbum para no estancarse. De este proyecto Bowie dijo haberse inspirado en Kendrick Lamar y su disco To Pimp a Butterfly. Dos géneros que parecen totalmente ajenos crearon lo que por muchos es el disco más excéntrico de Bowie.

Cuando llegó The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars en 1972 el alter ego de Bowie — Ziggy Stardust— aparece y se roba la atención de todos porque, como el álbum lo explicaba, parecía de un mundo distinto; un ser que estaba más allá de lo masculino y lo femenino, que podía usar lo que quisiera porque esa era su manera de expresarse. Ese rayo en los ojos que los volvía tan expresivos y que a casi 50 años de su nacimiento sigue siendo un ícono para la diversidad.

La carrera de Bowie estuvo marcada por éxitos como Heroes, Let’s Dance, Changes, Starman y Velvet Goldmine que también es el nombre de una película de 1998 protagonizada por Ewan McGregor que en un principio iba a relatar la vida de David, pero lo rechazó; así que solo se usó su figura y la de Iggy Pop como inspiración para crear al personaje principal.

David Robert Jones, el músico, compositor, actor, productor, que sobrevivió a la adicción y a la derrota a finales de los 70’s —después de pasar tres años subsistiendo a base de leche y cocaína— para vivir una segunda época de gloria donde el brillo no era tan luminoso, pero fue más duradero. El cosmos se ha llenado de un hombre que nos regalo su talento por 69 años en la tierra, pero su legado nos acompañará hasta el final.