El día de hoy es para detenernos y agradecer a todos aquellos quienes, día tras día, salen a buscar información con fiereza; concurren las calles en pos del evento relevante que el ciudadano debe conocer. La prensa es, por tanto, la encargada de escribir el diario de la humanidad y sus peripecias.

Gracias a ella podemos revisar hechos históricos, estar al día sobre nuestro acontecer, nos da tema de conversación y nos empodera para tener la capacidad de emitir una opinión fundamentada. La información, materia prima de la prensa, está presente en todas partes, por lo tanto, es esencial la presencia de aquellos quienes dan tratamiento a los datos y conducirlos hacia sus audiencias.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Día Mundial de la Libertad de prensa “es una oportunidad para evaluar la situación de la libertad de prensa en el mundo, defender los medios de comunicación de los atentados contra su independencia y rendir homenaje a los periodistas que han perdido la vida en el cumplimientos de su deber”.

Bajo estas premisas, es inevitable negar la existencia de un ambiente pantanoso para los medios de comunicación y sus periodistas, quienes sufren un constante acoso que obstaculiza su labor informativa; un trabajo que puede llegar a costar la vida misma, lo que representa una completa injusticia, ya que, si la información es un bien común, es indignante el asesinato a personas que trabajan para el bienestar social.

Hoy y siempre, estos personajes deben ser recordados, honrados e inmortalizados. Y al mismo tiempo, tener en cuenta que hay alguien, o algunos, cuyo respeto a la libertad de prensa es nulo, todo acto de censura, amenaza o agresión es deleznable, callar una voz es una falta a los derechos humanos.

El Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que “todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión”. Así que cuando un medio es censurado mediante el recorte de publicidad, o amedrentando periodistas, e inclusos asesinándolos, estamos permitiendo que nuestras garantías para una vida digna sean vulneradas.

Hoy no es solo para decir “felicidades a la prensa”, al contrario, este día es para crear un proceso de concientización, cuyo fin sea percatarse de la situación de nuestro país; desde el año 2000 hasta la fecha, van más de 100 periodistas asesinados que deberán ser conmemorados ante la vergüenza de quienes impiden su labor.

Bogart Magazine desea, que a partir de hoy, se emprenda una lucha por una libertad de prensa, para un futuro donde la información sea libre.