Este 19 de agosto es el Día Mundial de la Fotografía, y me gustaría partir preguntándome ¿qué es la fotografía? Considero que no es un concepto definible, sino más bien una manera de hacer arte y para mí el arte no tiene definición. El arte es abstracto, personal y le podemos dar miles de interpretaciones distintas. 

Pero ¿de dónde surge esta expresión artística? Fue en 1839 cuando Loius Daguerre presentó en París, Francia el daguerrotipo, un aparato capaz de plasmar imágenes a través de una placa de cobre que se recubre con plata y se pule hasta que parezca un espejo y seguido de esto se expone a la luz mediante un proceso químico, este fue un gran avance que permitió escribir con la luz.

Pero el verdadero pionero fue el francés Joseph Nicéphore Niépce que tomó una foto desde la ventana de su casa en el año de 1826, convirtiéndose en la primera fotografía de la que se tiene registro. Lo único que hizo Louis Daguerre fue mejorar esta técnica para traer así una nueva era para la fotografía y para la civilización.

Con el pasar de los años la fotografía se ha vuelto clave en el mundo artístico y social, un ejemplo importante es el cine que se cuenta en gran parte con imágenes. Pero no sólo debemos apreciar la fotografía puramente como arte, con el pasar de los años la fotografía ha logrado generar conciencia sobre nuestra sociedad; la guerra, la hambruna, el machismo y muchas otras cosas han sido capaces de ocupar un lugar en esta disciplina, convirtiéndose así en un arma de lucha. 

Román Gubern en su obra “La mirada opulenta” hace mención a cómo el ser humano es primordialmente un animal visual, pero ¿qué es lo que logramos captar como seres superiores con la vista? 

Planteo esta pregunta porque creo que los seres humanos hemos sufrido una decadencia en nuestra sensibilidad, sociabilidad y percepción del sentido que tenemos de la realidad. No somos capaces de ver más allá de la razón. Actualmente tenemos tanta información que a la vez no tenemos absolutamente nada. Vivimos en una sociedad impaciente, incapaz de detenerse a percibir o sentir y esto genera una pérdida del asombro. 

José Antonio Íñiguez, mi profesor de Fotografía en la UNAM (FES Acatlán) me dejó claro algo y es: “al hacer arte nadie será capaz de percibir las cosas con la intención del artista. Poder abrir nuestro sentidos y así abrir la ventana del alma, ser capaces de ver y no solo de mirar es la clave para hacer y apreciar el arte”. 

La fotografía es el punto de partida para poder dibujar con la luz el sentido de las emociones, momentos, situaciones, experiencias e historias a las cuales podemos darle significados profundos. La fotografía existe para que podamos crear, expresar, denunciar y retratar nuestro entorno.

Ser capaces de ver el arte de otros y de crear la propia, bien lo decía el brasileño Sebastião Salgado, en el documental dirigido por Wim Wenders, La sal de la Tierra: “Podemos poner un montón de fotógrafos en un mismo sitio. Siempre sacarán fotografías muy diferentes. Cada uno tiene su manera de ver. Cada uno en función de su historia”
Es momento de separar la cámara del artista, debemos darnos cuenta que el verdadero ojo en la fotografía no es el del lente de la cámara sino el del mismo artista.