Hablar de  Jenn, es evocar a  una de las actrices más influyentes de Hollywood, una mujer que impone moda y en una opinión muy personal, una de las figuras más humanas de la industria del entretenimiento. Hoy que cumple 51 años de edad, y al hacer un balance de lo que ha sido su carrera, me queda claro que el éxito es parte de su vida, pero a nivel actoral no tiene la carrera soñada, le falta drama.

Incursionó en el medio en 1990 a la edad de veinte años, con protagónicos que pasaron totalmente desapercibidos, cuatro años después  la vida la colocó en el proyecto que hasta la fecha le daría toda la fama y el reconocimiento que tiene.  El personaje de Rachel Green en  Friends, fue para ella la llave del éxito inmediato. 

Durante los diez años que duró la serie al aire, sus protagonistas se convirtieron en referentes de la televisión y alcanzaron niveles de popularidad inimaginables, fueron un fenómeno mediático que hasta hoy sigue gozando de la estela de esa fama. 

De Friends, Aniston fue la que más revuelo causó en la industria, tenía la tripleta perfecta: talento, carisma y belleza, lo que la convirtió en la chica deseada de Hollywood. Así logró regresar a la pantalla grande pero ahora por la puerta principal, para convertirse años más tarde en “la reina de las comedias románticas”, título que la encasilla en el género.

Jenn se posicionó como  la pareja ideal de los actores de comedia, compartió créditos con Jim Carrey (Todo poderoso, 2003), Ben Stiller (Mi novia polly, 2004), Vincen Vaughn (Viviendo con mi ex, 2006) Owen Wilson (Marly y yo, 2008), Jason Sudeikis  (¿Quién *&$%! son los Miller?, 2011) y Adam Sandler (Una esposa de mentira, 2011 y Misterio a bordo, 2019), mancuernas que le sirvieron  para uno que otro éxito, pero la mayoría solo fueron títulos palomeros.

Sí, sí, lo sé, la comedia es lo que vende, y para muestra fue el poco éxito que tuvo cuando probó el drama en la película Cake: una razón para vivir (2014); filme que en taquilla casi pasó desapercibido, pero que en el gremio actoral le valió a Aniston reconocimiento y algunas nominaciones, entre ellas  como mejor actriz de drama en los Globos de Oro (2015).

Con más de 45 películas y 8 series de televisión que avalan su trayectoria, y  siendo la figura que es Aniston actualmente en Hollywood, ¿será posible para la actriz despegarse de la comedia (en la que ya está más que probado su talento) y enrolarse en proyectos que la saquen de su zona de confort?

Quizá este pensamiento le ha estado rondando la cabeza a Jenn, pues regresó a sus orígenes, la televisión, encabezando uno de sus proyectos más recientes, en el que no solo figura como actriz, sino también como productora, The Morning Show (2019). En este drama la podemos ver interpretando a Alex Levy, una mujer  madura y exitosa presentadora de televisión, quien se ve en la necesidad de luchar por conservar su trabajo, en un ambiente  de competencia hostil.

Si bien la serie no es un drama puro y tiene un par de cosas en las que podría mejorar para su segunda temporada (la cual se rumora saldrá este año), Jennifer Aniston sí está demostrando una madurez actoral, con la que ha regresado al camino de las nominaciones. Este proyecto no la consagrará como actriz de drama, pero si vale la pena encarrilar más sus proyectos por este género, total, la fama ya la tiene. Así que… ¡Más drama Aniston, más drama!