Hace unos meses una de mis amigas se fue a vivir cerca del parque de la china en Clavería y lo primero que le dije fue que estaría cerca de la estatua de José José, un gran referente para nuestra amistad, recuerdo aquellas noches de fiesta cuando llegaba el momento de cantar elegíamos “Vamos a darnos tiempo” como nuestra canción y aunque en algún momento fue un himno al desamor, terminó por convertirse en un homenaje a nuestra amistad, en la canción que ya tenemos preparada. 

Es que José José siempre será un referente del desamor, porque esas letras tan poderosas junto a la interpretación del príncipe de la canción es una combinación que hace imposible que no nos sintamos como cuando terminamos una relación. Esa voz nos hace recordar el momento en el que todo ocurrió, nos dice que el amor acaba, que es verdad soy un payaso y que al despertar solo está mi almohada

Esos discos llenos de éxitos en los que podemos corear todas las canciones que lo hicieron famoso y que lo llevaron a convertirse en un ídolo de muchas generaciones, haciendo que no solo lo ubiquemos por su música también por aquellas películas que mostraban un poco de su vida en una época dónde no se podía tener esta información y que ahora han quedado como un testimonio de lo que se hablaba de él y de lo que quería mostrar a su público. 

Pero sus canciones no solo son el lugar común de los rompimientos de pareja, con el paso del tiempo se les ha dado un significado diferente. José José se ha convertido en parte de la cultura mexicana sonando en las reuniones familiares, con amigos, en las noches bohemias que al cantar su canciones nos unimos para dejar claro que es un gran referente para disfrutar con las decepciones amorosas, un poco masoquista pero es parte de nuestras tradiciones. 

Una leyenda que aún en los años más recientes se ha convertido en tendencia gracias a aquella interpretación de Piel de Azúcar donde bailaba junto con su hija Marysol Sosa y gracias a ese video nuevas generaciones pudieron acercarse a él para conectarse desde un lugar diferente al que lo hicieron sus papás. Es que el talento de este artista nacido en Azcapotzalco es un ícono de muchas generaciones.

Sin duda José José vive en la memoria de los mexicanos que han crecido con él que han llorado su primera ruptura amorosa, la segunda, la más reciente, porque no importa cuanto tiempo pase el corazón roto se puede curar con una noche llena de canciones de josé José que después se van a convertir en la canción que cantas con tus amigos y esa herida ya cicatrizada solo será el pretexto para poder recordar aquel momento. 

Hoy festejamos el que hubiera sido su cumpleaños y recordamos sus canciones, su talento, aplaudimos a su memoria por tantos momentos que hemos podido pasar junto a él.