El 22 de febrero del año 1900 nació un cineasta que pasaría a ser uno de los principales representantes del cine surrealista, hablamos de Luis Buñuel Portolés.

Conocido cineasta español, considerado por muchos como uno de los directores de cine más importantes de la historia, creador de grandes obras no solo en el cine español, también en el cine mexicano, después de su migración causada por la guerra civil española y finalmente en el cine francés.

Hoy, con motivo de su natalicio, veremos cómo este hombre encabeza junto con Germaine Dulac o Man Ray una de las vanguardias artísticas más importantes, no solo en el cine, sino del arte en general.

“Tengo ganas de hacer una película que vaya en contra del gusto de todos, a contracorriente de todas las ideologías, …Sí, una película en contra de los comunistas, de los socialistas, de los católicos, de los liberales, de los fascistas. Pero yo no entiendo de política. Una política (¿película?) en la que quedara patente mi nihilismo. Una película en contra de Cristo, de Buda, de Siva…”

El surrealismo es una vanguardia producto de otra corriente: el dadaísmo. El dadaísmo tenía como objetivo eliminar el razonamiento lógico y poner en desconcierto al espectador, al no saber qué es lo que estaba viendo. El surrealismo, en cambio toma esta premisa y la lleva un paso más allá, usando la teoría del psicoanálisis de Sigmund Freud. El Surrealismo toma los pensamientos más primitivos del hombre y los expone al público, dejando de lado cualquier sentido de razón y moral.

Luis Buñuel fue conocido por ser uno de los principales representantes del surrealismo, así como un gran detractor de la aristocracia, algo que se puede notar desde sus primeras obras, hasta el final de su carrera. Durante su juventud, Buñuel fue un gran amigo de Salvador Dalí, otro conocido representante del movimiento del surrealismo.

Gracias a esta amistad e influencias artísticas, juntos crearon un corto, llamado “Un Perro Andaluz” el cual, a pesar de su nombre, no contiene ningún perro ni a ningún Andaluz; esto es porque la intención de Buñuel era crear una película la cual no pudiera ser entendida, no solo por quien la vea, también por los propios actores, pues ellos nunca lograron entender el proyecto para el que trabajaban. La historia fue escrita en solo seis días a partir de los sueños de los dos artistas.

Aunque la intención de Buñuel y Dalí era crear una película incomprensible, lo cierto es que durante años se le han dado varias interpretaciones a la obra, usando el psicoanálisis como el esqueleto para poder entender el corto. Las interpretaciones más populares son: el miedo a la muerte, una carta hacia el poder y la opresión que se vivía en la época, así como una representación de las emociones, miedos y deseos humanos.

La filmografía del dúo no terminó ahí, pues después de terminar su corto se aventuraron en una nueva película juntos, llamada “La edad de oro”, misma que también tendría un tono surrealista con la participación de Dalí solamente en el guion. La película habla sobre una historia de amor repleta de críticas hacia los temas tabú de la época, en especial una fuerte crítica a la iglesia y la burguesía. A diferencia del perro andaluz el cual tenía la estructura de un sueño. La edad de oro sí que cuenta con una historia más definida, no por eso su lado surrealista es menos marcado.

La dupla de artistas terminó tomando caminos diferentes desde este punto, debido a las diferencias creativas entre ambos, sin embargo, el legado que estos grandes dejaron al mundo del cine y del arte es completamente invaluable y definitivamente llegó para revolucionar la forma de hacer cine.