Ahora, ¿En qué estaba? 

A 20 años de lo que muchos científicos declararon como “la representación más precisa en los medios populares de los diferentes sistemas de memoria”, está claro que Christopher Nolan llegó a Hollywood para quedarse, para lograr lo que poquísimos artistas han logrado y complacer a los críticos y a las audiencias. Contrario a lo que se podría pensar, con su impactante conclusión, Amnesia no pierde valor después de la primera visualización, al contrario, genera cada vez más incógnitas listas para presentarse frente a todo aquel que decida volver.

Con su desmoralizante final, Memento no sólo asegura su lugar en el cine neo-noir al mismo tiempo que cierra satisfactoriamente su historia, sino que además nos lanza a la reflexión sobre la mente, sobre los recuerdos, sobre qué tanto podemos confiar en nosotros mismos, pero sobre todo, nos lanza a reflexionar sobre lo que elegimos recordar, lo que elegimos olvidar cada mañana para poder afrontar el día, sobre lo abrumadora que sería la vida si no fuéramos deliberadamente amnésicos.

De una forma muy singular, la fotografía y la música convergen con un estilo sorprendente para hacer funcionar las dos líneas narrativas del filme. El cinefotógrafo Wally Pfister y el compositor David Julyan unen fuerzas para dotar de personalidad a cada cara del filme, otorgando una contrastada fotografía blanco y negro y música con instrumentos clásicos para la acción que transcurre de manera tradicional y una fotografía naturalista y colorida, así como música frenética proveniente de un sintetizador para la acción que transcurre de manera inversa.

Esa constante confusión también incluye a los personajes que conocemos durante todo el largometraje, ya que nunca estamos del todo seguros de sus intenciones o antecedentes. Para una ambigüedad así, Joe Pantoliano y Carrie-Anne Moss hacen un gran trabajo despistando a la audiencia con sus cambiantes interpretaciones que parecen ser diferentes para cada escena, algo que normalmente sería un grave error actoral y de dirección, pero que en este particular caso parece ser un elemento vital para la producción. 

Por si la interesante trama no fuera suficiente, esta disruptiva forma de contarnos la historia, nos mantiene constantemente intentando recordar lo que acabamos de ver para poder conectarlo con lo que estamos viendo en este momento, constantemente intentando retener y recolectar información antes de que se desvanezca de nuestra mente, convirtiéndonos en el mismo Leonard Shelby. 

A través de dos líneas líneas temporales, una a color que se cuenta al revés y una a blanco y negro que transcurre de manera convencional, Nolan decide contarnos la historia de un hombre sin recuerdos de la única manera en que era posible; de atrás hacia adelante. Con esto, el cineasta británico logra despojar a la audiencia de todo contexto, de todo conocimiento previo, lo cual logra ponernos exactamente en los zapatos del personaje, quien no recuerda dónde está, ni qué está haciendo, ni cómo llegó ahí. 

La cinta nos recibe con una secuencia violenta, pero entre más tiempo transcurre, nos percatamos de que algo no está bien; cuando vemos una fotografía instantánea “desrevelarse”, seguida por una bala que regresa al cañón de donde salió, entendemos que la acción está sucediendo al revés. Esta peculiar y transgresiva narrativa y sirven como presagio para lo que estamos a punto de ver. 

Fuertemente inspirado por el estilo hazlo-tú-mismo que demostraron Tarantino, Smith y Rodriguez, Christopher Nolan debutó de manera brillante con su ópera prima Following (1999), la cual le abrió las puertas al mercado internacional. Posteriormente, armado con la historia corta de su hermano, Jonathan Nolan, así como con 9 millones de dólares, el joven realizador estaba listo para tomar a la industria por sorpresa. 

Amnesia (Memento) es una película estadounidense del año 2000, escrita y dirigida por Christopher Nolan y estelarizada por Guy Pearce, Joe Pantoliano y Carrie-Anne Moss. La película cuenta la historia de Leonard Shelby, un hombre atormentado que sufre de pérdida de memoria de corto plazo. Lo último que recuerda es la brutal muerte de su amada esposa y aunque no pueda recordar nada más, hará todo por vengarla. 

En el año 2000 el mundo estaba cambiando. Un nuevo siglo, un nuevo milenio y nuevos cineastas llegaban a Hollywood a contar nuevas historias de maneras revolucionarias. Entre ellos, se encontraba un rubio joven británico que estaba a punto de deslumbrar a las audiencias con su inigualable percepción del tiempo. 

Memento

*Homenaje a Nolan y su gran obra Memento