El segundo álbum de Pink Floyd – Saucerful of Secrets – nació en el mismo año en que la banda atravesó uno de los conflictos más difíciles, al mismo tiempo, encarna una serie de detalles que dotan a la obra de una significación especial además de su propuesta musical.

A Saucerful Of Secrets (Una Porción de Secretos) se lanza en 1968, es conocido como uno de los primeros discos de rock progresivo gracias a Set The Controls For The Heart Of The Sun, Corporal Clegg y otra pista titulada con el mismo nombre del álbum. Gran parte de ellas elaboradas por Roger Waters, quien experimentaba creando esencias misteriosas, largas e instrumentales.

Pink Floyd - Saucerful of Secrets

Sin embargo, hay todo un cofre de estilos que se alojan en aproximadamente 40 minutos de música. El teclista, Richard Wright incluyó Remember A Day y See Saw, dos de sus composiciones caracterizadas por su ritmo lento, melancólico e introvertido.

También cuenta con el debut del mítico guitarrista David Gilmour, quien entró en sustitución de Syd Barrett. En Let There Be More Light puede apreciarse su primer solo con Pink Floyd, lo que marcaría el inicio de una leyenda en la historia de la música en una pieza de carácter psicodélico que versa sobre la llegada de seres de otro planeta.

Naturalmente no se puede honrar A Saucerful Of Secrets sin resaltar que es el único trabajo en el que participaron los cinco miembros de la agrupación de Cambridge. Syd Barrett, creador de la banda, tiene su nombre en la lista con la canción Jugband Blues, una balada áspera que refleja la decadencia en la salud del primer líder del grupo y un cierto reclamo en el que dejaba visible su disgusto por ser apartado de la banda. 

“Y te estoy muy agradecido
por hacerme comprender
que no estoy aquí”. 

Syd Barrett nunca pudo soportar la presión de ser el líder de Pink Floyd, ello ocasionó un abuso en el consumo de LSD durante sus presentaciones al punto de caer en una conducta errática. Varias veces quedaba pasmado frente al micrófono y otras le resultaba imposible cantar y tocar. En una ocasión enloqueció minutos antes de tocar para la BBC, asunto que los dejó mal parados.

El problema con Barrett se hizo tan grave que en entrevistas, Gilmour y Waters reconocieron que a veces en el carro rumbo a los conciertos, se preguntaban si recoger a Syd, a lo que respondian con un parco “no”. Anteriormente planeaban limitarlo a escribir y que David ejecutara la guitarra, pero todo fue una bomba de tiempo. 

Syd Barrett quedó relegado y ese momento quedó clavado en el nuevo cuarteto, dejándolos sin un creativo y sobre todo, con un sentimiento de culpa imborrable porque se habían desecho del creador y mente maestra del primer disco (The Piper At The Gates Of Dawn). 

Pese a los problemas, Pink Floyd fue en ascenso, pero uno de sus miembros se dirigía en sentido contrario, queda la interrogante sobre qué hubiera sucedido si Barrett hubiese permanecido unos años. A Saucerful Of Secrets lleva ese nombre porque dentro de esa portada se ocultaban dichos detalles que lo convierten en una obra obligatoria y sumamente atractiva.

Sin duda una gran opción para arrancar esta semana: