Es indiscutible omitir a Janis Joplin de tu lista de reproducción, de cantantes históricos, de mujeres que marcaron hito en el Rock n’ Roll, e incluso, alguna de sus canciones debe hacer que el cuerpo estalle en felicidad y emoción. Como ven, Janis Lyn Joplin, es imprescindible en el gremio musical.

Es inevitable imaginar a Janis acompañada de una larga sonrisa, de ese cabello rizado largo, gafas e indumentaria hippie, imposible no pensar en canciones como ‘Maybe’, ‘Cry Baby’, ‘Move Over’, piezas en las que uno se regodea con esas ornamentaciones psicodélicas que te sitúan en un recinto atestado de humo y olor a cerveza; Janis, con su voz de mezzosoprano, tenía la virtud de unirnos.

Hablamos de una de las primeras mujeres que, en pos de su felicidad, se dedicó a esparcir amor y pasión través de una conmovedora, nasal, y extremadamente potente voz. Su incursión por el Rock n’ Roll cubrió diferentes variantes y ritmos que, en todo momento, se acoplan como  piezas de rompecabezas a su canto.

Además, no solo se trata de música y canto, la vida de Janis Joplin estuvo repleta de excesos, y no precisamente los vicios de un navegante del Rock. La cantautora tenía un nivel de interpretación como pocos, tocaba el corazón con delicadeza y agudeza, levantaba los ánimos como los delicados vellos de nuestros brazos, era el constructo más significativo de la contracultura, todo ello, en demasía como le gustaba.

Excesivamente fascinante es la obra de Janis Joplin, música con sentido y mensaje, su voz fue la fuerza con la que rompió paradigmas y estereotipos, su canto manifiesta inspiración, felicidad y paz, simplemente, alguien inigualable, que por mucho, merece ser reconocida.