Rubén Bonifaz Nuño fue un hombre de letras, la mayor parte de su vida la dedicó a la poesía, traducción, investigación filológica y docencia universitaria; estudiar su obra, es descubrir a uno de los poetas más importantes de México. El trabajo de Bonifaz Nuño dejó huella, se convirtió en tradición e innovación literaria, un académico conocedor, estudioso y experto de la cultura clásica y mexicana.

Considerado uno de los grandes poetas amorosos, sus versos agitaron profundos sentimientos de todo aquel que descubrió sus poemas; también escribió sobre el héroe, el héroe que enfrenta la existencia y la vida, con dignidad y aplomo. Su trabajo lo enfocó principalmente a la poesía lírica; Bonifaz Nuño es considerado el bardo apasionado del amor que lo hace inolvidable.

Aquí uno de sus grandes poemas. 

CUÁL ES LA MUJER QUE RECORDAMOS...
¿Cuál es la mujer que recordamos
al mirar los pechos de la vecina
del camión; a quién espera el hueco
lugar que está al lado nuestro, en el cine?
¿A quién pertenece el oído
que oirá la palabra más escondida
que somos, de quién es la cabeza
que a nuestro costado nace entre sueños?

Hay ocasiones ya no puedo con tanta
tristeza, y entonces te recuerdo.
Pero no eres tú. Nacieron cansados
nuestro largo amor y nuestros breves
amores; los cuatro besos y las cuatro
citas que tuvimos. Estamos tristes.
Juntos inventamos un concierto
para desventura y orquesta, y fuimos
a escucharlo serios, solemnes,
y nada entendimos. Estamos solos.

Tú nunca sabrás, estoy cierto,
que escribí estos versos para ti sola;
pero en ti pensé al hacerlos. Son tuyos.

Ustedes perdonen. Por un momento
olvidé con quién estaba hablando.
Y no sentí el golpe de mi ventana
al cerrarse. Estaba en otra parte.

“La poesía es la actividad más libre de las artes, pero también, la más rigurosa y la más exigente”, decía Bonifaz Nuño quien hasta el final de sus días se entregó a la poesía y divulgación de la misma. Su obra se puede catalogar como un decálogo de la generación que aprendió a hablar con la mujer amada y descargar su pasión, para comprender lo que realmente es amar a otra persona.

La herencia literaria, académica y de investigación de Rubén Bonifaz Nuño merece y debe ser leída; a través de ella se puede descubrir un lenguaje natural, con escritura magistral y gran dominio de la técnica, pero sobre todo con feeling al elegir las palabras, y así expresar todo tipo de sentimientos. Sin gran labia y sin rebuscar sus textos, siempre buscó la renovación de lo clásico, desde el presente.

Datos relevantes

Bonifaz Nuño fue miembro de diferentes organizaciones como la Academia Mexicana de la Lengua, la Asociación Internacional de Hispanistas, la Academia Latinitati Fovendae de Roma y la Junta de Gobierno de la UNAM; fue miembro fundador del Instituto de Investigaciones Filológicas (UNAM), Investigador Emérito de la UNAM y presidente de la Sociedad Alfonsina Internacional.

Fue galardonado con los premios, Nacional de Ciencias y Artes (1974) e Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde (2000); recibió las condecoraciones: Orden del Mérito en el Grado de Comendador (Italia, 1977), Medalla de Oro de Bellas Artes (2008), otorgada por el Instituto Nacional de Bellas Artes, el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Veracruzana (1992), entre otros. Entre sus obras destacan: el ensayo El amor y la cólera: Cayo Valerio Catulo (1977); los poemarios: Los demonios y los días (1956), El manto y la corona (1958), Fuego de pobres (1961), Tres poemas de antes (1978), Albur de amor (1987), Del templo de su cuerpo (1992); las traducciones: Eneida de Virgilio (1973), De la natura de las cosas de Lucrecio (1984), Olímpicas de Píndaro (1990) e Hipólito de Eurípides (1998).