Sam Mendes: del contexto literario al séptimo arte
‘’Como director tienes que pensar que la película es decente, que saldrá adelante’’.
-Sam Mendes
Pensar en el mundo del cine como una compleja oportunidad para comunicar un mensaje a través de un producto audiovisual que puede llevar al espectador por una montaña rusa de emociones y sensaciones, resulta afín a que sea conocido como el séptimo arte. Diversos son los directores y directoras que han destacado en la industria cinematográfica. Sin embargo, cada uno y cada una tiene su propia historia.
¿Qué tanto influye la elección de una carrera universitaria en el futuro a corto, mediano y largo plazo de una persona? Para Samuel Alexander Mendes fue quizá el factor más influyente en su vida. Nacido en Reading, Inglaterra, en el año de 1965, Sam creció en un entorno rodeado de cultura; su madre, Valerie Helene, se desempeñaba como escritora infantil, su abuelo paterno, Alfred Mendes, era un novelista que fundó la revista The Beacon, finalmente, su padre, James Peter, era un conferencista universitario.
Inspirado por las distintas profesiones que desempeñaban los miembros de su familia y con la literatura siendo su más grande amiga de la infancia, el hoy director de cine optó por estudiar Literatura Inglesa en la Universidad de Cambridge. Con el pasar del tiempo, Mendes poco a poco se introdujo al mundo del teatro, otra actividad artística.
Durante su estancia universitaria dirigió diversos montajes teniendo un gran don como director de los mismos, el cual le valió para que, con tan solo 24 años de edad, debutara en el West End, un reconocido teatro de Londres, presentando la obra El jardín de los cerezos.
Su continuo éxito le valió para tener más y más oportunidades, ahora adaptando diversos musicales como Cabaret y obras clásicas de Shakespeare. Sin embargo, fueron estas adaptaciones las que provocaron que su camino por el mundo del cine se abriera al realizar películas de las mismas para ser transmitidas exclusivamente por televisión y que Steven Spielberg las viera,pues impresionaron al cineasta, al grado de ser la persona que le ofreció dirigir American Beauty, película de 1999.
Belleza Americana, título de la película español, protagonizada por Kevin Spacey, un padre de familia de 40-50 años que tiene una vida insatisfactoria en todo sentido, la cual lo lleva a deificar su visión de la belleza, juventud y placer a través de la mejor amiga de su hija polariza la visión del amor-sexualidad de la sociedad americana. Por un lado sobreestima la imagen y el físico, al mismo tiempo lo contrasta con la belleza de la interpretación o el pensamiento de las cosas más cotidianas de la vida.
American Beauty ganó el Óscar a Mejor Película, Mejor Guión y Mejor Fotografía. A la vez que otorgó a Kevin Spacey y Annette Bening la estatuilla por mejor actor y mejor actriz, respectivamente.
A pesar del gran éxito de la película, Mendes no olvidó sus inicios en el mundo del arte y años posteriores continuó dirigiendo obras teatrales. Sin embargo, su camino por el mundo cinematográfico era inevitable y pasó a la dirección de su siguiente proyecto Camino a la perdición, del año 2002, abordando la historia de un sicario que, en un intento por escapar del mundo de la mafia se lleva a su hijo.
Sus proyectos cinematográficos han sido diversos y han abordado distintos temas, dirigiendo películas como: Jarhead- el infierno espera (2005), Revolutionary world (2008), Un lugar donde quedarse (2009), Skyfall (2012) y Spectre (2015).
Sam Mendes representa el claro ejemplo de la gran influencia que el entorno en que crecemos puede ejercer sobre nuestra persona, cultivándonos como seres humanos con una visión propia, ideales e identidad, con visiones por compartir y comunicar a la sociedad a través del arte en cualquiera de sus expresiones.