La mente es una fabulosa máquina del tiempo, a través de ella podemos viajar al pasado, vivir para siempre, recordar sucesos o personas; el siguiente texto es para traer al presente y sentir la magia de uno de los mejores guitarristas de la historia, Stevie Ray Vaughan, el texano que mantuvo vivo al blues durante los ochenta y que poseía un impresionante poder de improvisación; Vaughan, el hombre que vivirá para siempre.

Los héroes son recordados, pero las leyendas nunca mueren, Stevie Ray Vaughan es muestra de ello. Su estilo se quedó en la mente de millones de personas; Vaughan pasó de ser un joven aficionado al blues a un virtuoso de la guitarra y del género surgido en el delta del Río Mississippi; transformó la forma de tocar gracias a la influencia de Albert King, Freddie King u Otis Rush, además se le consideró el sucesor de Jimi Hendrix.

Stevie Ray Vaughan jamás traicionó sus ideas, hasta el final de su carrera se mantuvo firme en la postura de modernizar el género, ensalzar a los intérpretes que admiraba, pero sobre todo que le sirvieron para formarse como músico. Cuando realizaba covers de ‘Sweet Home Chicago’ o ‘Little Wings’, respetaba la originalidad hasta donde se lo permitía su propio estilo, su desempeño era único, él y su guitarra “Strato Number One” hacían vibrar al público.

La revista Guitar Player lo nombró el mejor guitarrista del orbe y estaba en la senda de convertirse en el más grande de la historia, desafortunadamente en su mejor momento, el joven texano dijo adiós el 27 de agosto de 1990. Con 35 años dejó un legado musical importante, ya que logró mezclar rock, blues y jazz con una maestría irrepetible; su música y guitarra se apagaron para siempre, pero iniciaba la leyenda de Stevie Ray Vaughan “el único blanco que tocaba como negro”.

En el álbum In Session, Albert King y Stevie Ray Vaughan entre melodías realizan pequeñas charlas; Albert King describe a la perfección a Vaughan así: “Hay muchos guitarristas ahí fuera, pero sólo tocan, tocan rápido y no se concentran en tener alma. Pero tú tienes ambas cualidades”, por su parte Vaughan recuerda la primera vez que vio a Albert King en 1973 y cómo lo convirtió en uno de sus referentes; más allá de escuchar las canciones incluidas en el disco es oír cuando intercambian recuerdos e impresiones.

Todos quisiéramos vivir para siempre, se puede a través de las palabras, es así como dedicamos un tributo a Stevie Ray Vaughan, el hombre que llenó nuestros espíritus de buena música, además de recordar con nostalgia y añoranza; llegó el momento de despedir a un virtuoso del blues; su nombre nunca se olvidará, su historia permanecerá en las guitarras de Steve Vai o Joe Satriani. Stevie Ray Vaughan, una leyenda que inspiró a personas comunes, a lograr cosas extraordinarias y que sigue vigente más que nunca.