Todos los artistas cuentan con obras poco célebres, aquellas que dejan claro que no todo es perfección en el mundo del arte, a veces es necesario retroceder unos pasos para seguir adelante, en otros casos es el parteaguas para el declive de un creador.

En el caso de Bob Dylan, Street Legal es una obra que refleja las carencias personales y el desgaste de uno de los intérpretes más aclamados del R&B. Desde su vida personal, hasta su intento por imponer nuevos estilos que al final acabarían con jugarle en contra.

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Principalmente, su divorcio con Sara Dylan y el proceso para determinar la custodia de sus hijos fueron los causantes de un Bob desmotivado, cabizbajo y disperso. Los músicos que habían formado parte de la gira “Rolling Thunder Revue” notaban la abulia del cantante.

Cuando todo ese proceso finalizó, Bob Dylan comenzó a mostrarse irritable e incluso cerrado con sus compañeros, no era el mismo de antes, su obsesión por dar un giro a su estilo fue tanta que decidía eliminar instrumentos clave como la guitarra rectangular (steel guitar). La situación se tensó al grado de que el baterista, Howie Wyeth, decidió abandonar la grabación.

Por si fuera poco, en esas fechas estaba por estrenarse el filme Renaldo and Clara, una película en la que Bob Dylan participaba como protagonista y director, asunto que lo mantenía sumamente ocupado, todo ello pesó en la mente del intérprete de Like A Rolling Stone para socavar su décimo octavo trabajo discográfico.

El resultado fue un disco totalmente atípico, donde la voz de Dylan se percibe en algunas veces gris, en otras tedioso, el cambio más notable es la adición de un coro femenino para acompañar las armonías y un saxofón.

Otro detalle interesante es el giro religioso que añade a sus letras en pistas como Changing Of The Guards, donde Dylan imprime parte de su conversión al cristianismo y retrata una serie de imágenes bíblicas.
Street Legal  es el reflejo de un Bob Dylan infeliz, cansado, golpeado por la vida e incluso apagado, lo desafortunado es que no se refleja en un disco impactante, emotivo o inspirador, sino todo lo contrario, es un álbum que deja en claro que por el momento no había nada bueno en su mente.