“No existe un manual para confrontar el duelo” dijo Franco Félix en una entrevista realizada por Roberto Estrada, refiriéndose a la temática de su obra “Lengua dormida” de la Editorial Sexto Piso, en la que se retrata la figura de la madre o como es ser una en México. El libro parte del punto de vista de un hijo que ha perdido a una figura que para muchos es bastante importante. 

Pero el autor va más allá de solo letras, retrata algo profundo acompañado de humor. Mientras el protagonista funge como un detective, trayendo todo aquello que se encuentra detrás de la obra, es decir, una investigación sobre la figura de la madre, las fobias, la amistad, la política, la ideología, la televisión, la religión, la pérdida, el cine de terror, vamos conociendo la historia de Anita, la madre del autor, recientemente fallecida en la obra. Ana María tenía complicaciones debido a un accidente y por ello entraba y salía del hospital junto a su hijo que pasaba largas horas a su lado. 

Felix comienza a escribir la historia de su madre, esa historia que él conoce y también la que no; lo que hay antes de que estuviera con su familia actual, vida que está llena de secretos y misterio. Es, a través de la mirada de Félix que conocemos a Anita en cada etapa de su vida mientras su historia se reconstruye con fotos antiguas, recuerdos y anécdotas de familiares que retratan su infancia, adolescencia y adultez, mientras se revela el sufrimiento que vivió en un pasado muy difícil. 

La orfandad es el punto de esta novela, como un hijo pierde toda orientación debido a la pérdida de su madre, quien le indicaba a donde ir y a dónde no ir, pero también retrata a una familia, y la importancia que un miembro puede darle a ésta, que parece notar y recordar cada detalle, desde algo tan pequeño como una tarde de televisión hasta una fiesta familiar o a las amigas de su madre que eran casi como sus hermanas. 

Las memorias de Felix junto a su madre se encuentran más vivas desde que ella partió, tal vez como un intento de mantenerla siempre en su mente hasta que se vuelvan a encontrar. En la obra también se retrata el amor de Anita hacia su hijo y del hijo a su madre, debido al dolor inmenso que le causa su partida, pero también son palabras dedicadas del autor hacia su madre desde que era joven hasta que creció, y aunque le habría gustado hacer mucho más por ella y con ella, es a través de esta obra y su historia que cuenta y honra su memoria, porque como el mismo autor pregunta ¿Qué somos si la lengua duerme permanentemente?