El regreso de Esteman, el cantante y compositor colombiano, es uno lleno de poder y fuerzas, representado en canciones con una variedad de ritmos y formas. Un álbum emocionante y vibrante que está dando mucho de qué hablar en las últimas semanas. Se encuentra disponible en todas las plataformas desde el 10 de mayo del presente año. 

La presentación del proyecto musical viene acompañada con el “Secretos Tour”, el cual viene siendo la gira más intensa del músico. Y no está de más, pues es uno de los momentos más populares del artista. 

Es una oportunidad única para verlo, contemplando que tocará una gran cantidad de canciones de su tercer álbum, muchas de ellas con una carga de techno y dance pop de lo más disfrutable, como lo es “Cartagena”, canción que abre el álbum. 

Las letras van a grano, bastante obvias, pero una lírica que siempre va a segundo plano de los beats y sintetizadores pop. Donde resaltan temas importantes como el empoderamiento, atraverse a salir de nuestra zona de confort y enfrentar nuestros miedos. Probablemente la pista más popular, mejor creada y, por ende, más disfrutable es “Reina Leona” el más techno y que trata el tema de la desinhibición total de uno mismo ante la liberación sexual que emana en las noches de baile. Una lírica perfecta para lo exorbitante y la sensualidad rítmica, que simplifica lo que mejor sabe hacer el colombiano en este proyecto, soltarse de las culpas y los temores. 

También tiene combinaciones atípicas. Al menos, la primera vez que lo escuchas, te desentiendes totalmente, pero de a poco de acostumbras y te agarra en su idea. Entre esas está ese extraño rap de “Noches de verano”, sobre un beat y un delay en la voz de Villano Antillano. Una propuesta que puede ser polar, pero efectiva, y eso se demuestra en lo popular que es. 

Otra anormalidad del disco “PORNOSTALGIA”, la extraña techno bachata que el colombiano integra, como si Prince Royce y Kevin Parker se aliaran por 3 minutos. Puede revolver el estómago, pero también es otra forma de desconectar a los oyentes frente a la pista de baile, o donde sea que les guste bailar. 

Como sea, es algo fresco y rítmicamente palpitante. Con mucha carga sensual y por momentos, noventera. Fácil y accesible de escuchar, con apenas 40 minutos de duración. Un álbum que emana perfectamente con el verano y todo lo que esta época conlleva, fiesta, diversión y sensorialidad. Para disfrutar de la vida nocturna, esa que es la mitad de nuestras vidas… y la mejor.