La escena del Indie rock no se entiende sin una de las agrupaciones más celebradas de los últimos 5 años. Wallows, con apenas 3 álbumes se han consolidado como una banda que va más allá del prototipo de banda universitaria como Weezer. Ellos han sabido madurar de forma progresiva, y es en “Model” donde mejor se percibe.

Algo que es bastante común en estas bandas indie rock, es conservar su sonido minimalista y porqué no decirlo, pueril. Riffs que emanan alegría, independientemente de lo que diga la lírica, emanando a esa simpleza que las bandas universitarias suelen emanar.

Wallows conserva el estilo musical que vienen proyectando desde “Nothing Happens” (2019) y “Tell me that it´s over” (2022). Aquí las guitarras y sus riffs suelen predominar en primer plano, nada meticulosos ni complejos, pero atrapantes e incluso pegadizas. Adentrarse a un sonido ya conocido puede resultar atrapante en primeras instancias, pero monótono conforme las canciones se agotan.

Puede ser algo positivo o no, pues te dan la posibilidad de poder comenzar a adentrarse en esta banda con literalmente cualquier canción que te de la gana escuchar, desde la más popular hasta la más recóndita dentro de su repertorio. Pero nunca se sabe hasta qué punto la sencillez de sus composiciones les permitan sacar más canciones sin caer en lo repetitivo.

Puedes sencillamente escucharlo en cualquier momento de tu vida, con apenas 35 minutos de duración, se hace digerible y fácil, no te pide una situación en particular en tu vida para escucharlo, ni algún ritual para poder apreciar su sonido. Aunque claro, tu situación amorosa va a depender en cuánto te sientas identificado con lo que el trío angelino interpreta.

El LP abre con “Your Apartment”, cuyo nombre va relacionado con la portada de la obra. La escala de acordes va de menos a más, dando esa sensación de rompimiento al llegar al coro, y de explosividad, cargada de guitarras y que brindan unos arreglos profundos, como lo es la letra, sobre una relación terminada, donde los estragos de la ruptura aún persisten en ambos, así como los celos: “I wonder who´s been at your apartmen, would you give in, or would you relent?”. La voz de Dylan refuerza ese in crescendo, quien en un inicio canta de forma más grave, para explotar su voz en el coro.

Sin apenas dejarnos procesar la primera canción, los redobles de “Anytime, Always” comienzan en los primeros segundos de la canción. Aquí Dylan canta más agudo, pero de forma afligida, una desconexión sentimental que va acorde a la letra de la canción. Una persona que no puede superar una relación, y sabe que lo único que le puede hacer feliz es que ella esté cerca de él otra vez: “And please give me some kind of reason, reason, to let go of the state of mind, that the only time waste is mine”.

Es de las más digeribles por su variedad rítmica, apoyada principalmente por la batería y los diversos puentes musicales que tiene, además que dura apenas dos minutos.

Después tenemos una de las mejores canciones, por no decir la mejor, del disco: “Calling after me”. Con un riff pegadizo, bien elaborado que no cansa, por eso es lo más predominante de toda la canción. Seguido de una letra de los más interesante. Prestando atención, podemos notar que habla sobre una relación que está creciendo a escondidas, bajo la prohibición y el secretismo: “Who´s the one you know you shouldn´t call, who were you kissing in the back of your car? who´s the one, the one who got away?

Esto cansa al protagonista, siendo una práctica tóxica, pues el cree que puede haber una buena relación. Por eso en el estribillo canta: “‘Cause I´ve been out until the morning, and I don´t think I´ll last another night, I knew the feeling would be forming, after I look into your eyes”. La metáfora de los ojos y la mirada mutua, con el deseo de tener algo más allá de lo que se tiene.

Monotonía.

Tres canciones que abren muy bien el álbum, pero es aquí cuando llegan algunos pecados que van cometiendo progresivamente. Con “Bad Dream”, está el primer desliz. Es una especie de balada por lo lenta en su tempo, lo cual no está mal.

Lo que si no llega a convencer es lo cursi que es la propia canción. No nos basta con tener una balada con un solo bien hecho, a secas. Nos debemos tragar unos versos tales como: “these nights are cold, you´re not alone, I lie awake and feel you shake, I hold you close but you never know”. Mientras más veces lo lees, más te retuerces por lo endulzado que está.

A Warning” puede ser un tanto polarizante. Por un lado, desde los primeros versos continuamos con las letras melosas que provocan edemas: “held you close when it got colder, placed your head upon my shoulder”.

Además de tener una composición que últimamente resuena mucho en las bandas que combinan el pop rock, y es basar toda la canción en una línea de bajo y meter arreglos de teclados. Es algo que hace la canción “Fever” the The Black Keys, y generalmente hace a la canción más bailable, por si similitud con la música disco. Solo que, en esta ocasión, está peor construida.

“I wouldn´t mind” Vuelve a recaer en la monotonía, principalmente por tener la ase rítmica en unos beats normalotes. Sin embargo, toda el aura de melancolía que carga la canción es hasta cierto punto disfrutable. Por eso tu recepción al disco va a depender mucho del estado sentimental en el que te encuentres. Con esta canción, el estribillo llega a ser lo más destacable, con esa lentitud en decir: “you know I wouldn´t mind”, que la convierte en una canción un tanto coreable.

Retorno.

Dentro de la mitad del álbum, se vuelve a alcanzar su mejor forma. “You (Show me where my days went)” podría resumirse en ese punto de la película donde el protagonista se percata que todo el tiempo, cierta chica es lo que siempre ha deseado, pero nunca le había prestado la atención necesaria por estar sobrepensando en el pasado.

Al final crea un nexo con “Canada, que en una primera instancia es atrapante por sus beats que rompen con lo escuchado a lo largo de 7 canciones. Seguido de un riff distinto, con un ligero coro para hacerlo más atractivo y hasta jovial. Lastimosamente los beats iniciales quedan completamente opacados y en el olvido, que termina siendo un poco más de los mismo, aunque su corta duración la hace más disfrutable.

Las últimas canciones, “Don´t you think it´s strange?”, “She´s an Actress”, “Going Under” y “Only Ecstasy” francamente no terminan diciendo mucho. Pues recaen en las mismas simplicidades e ideas monótonas. A excepción de la última, que puede tener un cierto grado de onmipresencia, pero, tiene en su contenido versos de lo más rebuscados y cursis que no terminan impactando en el inconsciente.

Con el lanzamiento de este álbum, Wallows se encuentra de gira por todo Estados Unidos, esperemos que pronto vengan a México para complacer a sus fans, ya que varias de las canciones que integran “Model” son dignad de escucharse en vivo.