Bajo el telón del Centro Cultural Teatro II (CCT II) y con el apadrinamiento de la actriz Maya Zapata, el actor Mauricio Barrientos “El Diablito” y el productor Alex Gou, la noche del 15 de junio del 2019 se llevó a cabo la develación de la placa por 200 funciones de La obra que sale mal. Jerónimo Best, director de la obra en México, expresó su orgullo ante el hecho de que el próximo 13 de julio la obra cumplirá un año en cartelera.

Hace casi un año esta comedia de Henry Lewis, Jonathan Sayer y Henry Shiekds llegó al Teatro Helénico. Las excelentes críticas y las recomendaciones del público como su obra predilecta hicieron que el Helénico fuera insuficiente para albergar a todos los que querían ser partícipes de la experiencia, por lo que La obra que sale mal se mudó al CCT II, en donde la asistencia aumentó.

La obra que sale mal sumerge al público en un mar de risas provocadas por la excelente Agrupación Dramática de la Universidad Tecnológica de Tlalpan, que, después de un sinnúmero de obras fallidas, anhela representar “El asesinato en la mansión Haversham” de una manera digna. La Agrupación es víctima de accidentes por parte de los actores, diálogos que se olvidan, un perro extraviado y una escenografía que los quiere asesinar que no les permite llevar a cabo su representación de una manera idónea, sin embargo, ello no les impide finalizar su obra, pues “el show debe continuar”.

En un país en que la asistencia a los teatros es nimia en comparación con otros tipo de espectáculos ¿Cómo ha logrado La obra que sale mal mantenerse en el gusto del público por casi un año? Existen diversos factores inherentes a la obra que garantizan su éxito, entre ellos están:

1.- Un libreto fresco, dinámico y versátil que mantiene al espectador atento durante las dos horas que dura la obra. Esta comedia no deja atrás su ladro crítico, pues a través de los padecimientos de Agrupación Dramática de la Universidad Tecnológica de Tlalpan, que luchan contra todo para sacar su obra adelante, se busca reflexionar sobre el poco (incluso nulo) apoyo que existe para el desarrollo de actividades culturales a nivel mundial.

2.- Un elenco impecable. Juan Carlos Medellín, Iván Carbajal, Adrián Vázquez, José Luis “Guana Rodríguez, Artús Chávez, Daniel Haddad, Majo Pérez, Ari Albarrán, Daniel Breton, Ana Sofía Gatica, Daniel Ortiz y Ramón Cadaval, estos últimos cuatro alternando funciones, muestran un despliegue actoral sorprendente. La complejidad que existe en actuar no solo como actores si no como atores malos es perfectamente resuelta por el elenco.

Los personajes de La obra que sale mal son malos actores (algunos improvisados) a los que el elenco da vida con maestría y elegancia. La exageración de los movimientos y los diálogos declamados como si los estuvieran leyendo (mal), inmergen al público en la representación amateur de una obra.

3.- La escenografía. Ésta funge como el antagonista perfecto, más allá de los defectos que como actores tienen los personajes de “El asesinato en la mansión Haversham”, la escenografía es el personaje que intentará impedir que la obra salga bien, incluso a costa de la seguridad de los actores.

La coordinación y los movimientos de la escenografía son parte esencial de la diégesis de la obra, pues obstaculiza a la Agrupación en todo momento. Puertas que no abren, cuadros que se caen, incendios, cortos circuitos, pisos que se caen, un elevador que se atasca y un largo etcétera, ponen a los personajes al filo de sus nervios y le regalan al público momentos hilarantes.

4.- La interacción con el público. La obra que sale mal no es una puesta en escena cualquiera, es una experiencia. Esta es una historia dentro de otra historia en la que el público es parte, pues si bien paga un boleto para ver La obra que sale mal, se percata de que está a punto de presenciar la fallida obra “El asesinato en la mansión Haversham”.

Desde el momento en que el espectador ingresa al CCT II la experiencia comienza. Por los altavoces del teatro le preguntan si ha visto a Winston, perro de la compañía y personaje de la obra, que se ha extraviado. Los integrantes de Agrupación Dramática de la Universidad Tecnológica de Tlalpan interceptan al público para pedirle referencias del perro.

Al sentarse en sus butacas, antes del inicio de la obra, el espectador es testigo e los problemas que el elenco tiene con la escenografía. Durante toda la obra los personajes rompen la cuarta pared e interpelan a un público que no para de reír. Las transacciones en la dulcería se ven interrumpidas por los personajes de la obra que no dejan de buscar a Winston.  

5.- La comedia. Las risas no se detienen en momento alguno, el público estalla en carcajadas con los diálogos, actuaciones, luces, música, escenografía… El ambiente se vuelve propicio para descargar todas las presiones a través de la risa. La obra que sale mal es una muestra clara de que no se necesita valerse de albures, palabras soeces o crítica política barata para mantener al público riendo sin parar.

Es una comedia situacional perfectamente estructurada y coordinada que no cae en el cliché ni en la monotonía. El dinamismo con el que se maneja y los vertiginosos puntos de giro que tiene la obra, impiden que el espectador fije su atención en otro punto y genera risas indiscriminadamente. Es una obra para toda la familia, niños, jóvenes, adultos y ancianos se ríen por igual.

 

Por todo esto y más La obra que sale mal continúa vigente en cartelera. El éxito de la obra radica en la delicadeza con la que está realizada, cada detalle está debidamente cuidado para que todo, absolutamente todo salga perfectamente mal.

La obra que sale mal se presenta en el Centro Cultural Teatro II los viernes a las 20:30, sábados a las 17:00 y 20:30 y domingos a las 13:00 y 18:00 horas.