Aventurera tapatía, entusiasta y un gran ser humano, son sólo algunos de los adjetivos con los que se podría describir a Begoña Narváez, la actriz enamorada de la vida y el arte.

A pesar de nunca querer ser actriz por su ávida pasión hacia la escritura y los libros, la vida la llevó a un lugar de plenitud y felicidad: el escenario. 

Existe un dicho muy popular “nunca digas de esta agua no he de beber” y es lo que le sucedió a Begoña durante su estancia en la preparatoria, donde por obligación tuvo que inscribirse a la única una materia optativa que podía :Taller de teatro. Nunca se imaginó que se enamoraría del escenario y ninguna fuerza podría bajarla de él.

Guadalupe Reyes

Entre las cosas, le apasionan libros como Ciudad de Chicas de Elizabeth Gilbert, el cual ha marcado su vida, sobre todo porque se asoma el protagonismo femenino en todos los aspectos sociales y en el mundo del espectáculo. Éste suele ser uno de los varios referentes que utiliza en su proceso creativo para lograr una gran interpretación. 

El 2019 le abrió a Begoña Narváez la oportunidad de participar en el mundo del cine con Guadalupe Reyes, comedia de Salvador Espinosa que toca temas de nuestra hermosa sociedad mexicana y que les permitió a los actores ser creativos con sus personajes. La versatilidad que la caracteriza nos regaló proyectos anteriores como Rosario Tijeras y Cita a Ciegas.

Uno de sus grandes retos que ha enfrentado fue Martina (Rosario Tijeras), una reportera con la que aprendió a valorar la profesión de los periodistas y que puso en jaque a Begoña, pues es un personaje que presenta múltiples facetas dentro de la historia. 

Sacúdete las Penas, una historia de baile, fue otro de los proyectos de Begoña que le permitieron explotar otro de sus dones: la danza, y es que ella se considera ‘Bailarina de Clóset’. Este proyecto que se remonta en los años cuarenta, es un cóctel de ritmos que ofrece mezclas que oscilan desde el danzón, la cumbia y chachachá; claro sin dejar de lado el toque mexicano.

No hay que olvidar que Begoña, además de ser una gran artista, también es un gran ser humano, amante de la rectitud y valores de la cultura japonesa de quienes admira su intacta moral y honestidad, moral . Valores que aplica en su vida diaria pues su espíritu altruista la ha llevado a colaborar con asociaciones sin fines de lucro para ayudar a animales de la calle, su lucha comenzó con el rescate de sus actuales mascotas, a quienes salvó en una carretera de ser atropellados.

Los grandes contrastes de los dones histriónicos de Begoña nos han regalado personajes antagónicos, neutrales y protagónicos, los cuales viven ahora dentro de nuestra memoria colectiva mostrándonos las virtudes de Begoña para interpretar pero que no tienen que ver con su persona ni su personalidad o ideas y es que a ella le apasionan los personajes que representen a la mujer vanguardista que dan frente a la problemática de la invisibilidad femenina. 

Ella es el ejemplo de una nueva generación de actrices y de mujeres mexicanas que destrozan los antiguos clichés de la mujer sumisa en nuestro país. Es una mujer que admira a la gente auténtica y por ende ella lo es.

“…Eliminar el miedo de nuestras vías nos hará más libres”

Begoña Narváez
Cortesía