El 7 de septiembre fue una tarde lluviosa, el agua no cedía ante el caos típico en las calles de la Ciudad de México. La gente seguía su ritmo habitual, saltando charcos, corriendo para subir al transporte que los llevaría a su destino, abriendo el paraguas y esquivando con él los puestos ambulantes. Mientras esto pasaba afuera, dentro del número 388 de la calle Colima en la colonia Roma se vivía otro, uno mucho más placentero la inauguración del Conservatorio de actuación de Sunland, la primera generación del Programa de Perfeccionamiento actoral estaba esperando para presentar una adaptación de Bodas de Sangre.

Diego del Río junto con Evan Regueira nos presentaron este programa con el que se van a realizar distintos talleres y cursos para apoyar la formación actoral, además de la preparatoria artística con la que ya cuenta Sunland donde a los adolescentes se les dan las herramientas para poder desarrollarse en esta profesión, ya sea en teatro o frente a cámaras. En esta ocasión el montaje del texto García Lorca fue presentado por este grupo de egresados quienes destacan por su talento no solo en el escenario sino también nos dejan ver las habilidades que tienen al ser ellos quienes se encargaron de aspectos como la escenografía, la iluminación y el vestuario. 

En este equipo se pueden observar personas talentosas que muestran un interés y aprecio por escenario como Mariana Almazzi, Jerry Vega, Rodrigo Olguín, Gonzalo de Esesarte y Amaranta Caravantes, entre otros.  Quien estuvo al frente de este programa fue el actor y director Diego del Río quien con orgullo presentó el trabajo realizado después de 9 meses de proceso. Del Río nos cuenta acerca de este proyecto y nos menciona: “Este es un sueño de mucho tiempo que Evan y yo compartimos…reflexionando la profesión actoral en nuestro país y hace 5 años empezamos a acariciar la idea de abrir una escuela de actuación.”

Respecto a las características del conservatorio de actuación nos dice: 

Nos dimos a la tarea de hacer equipo con esas aliadas con las que compartimos, una visión sobre crear un espacio para que cada actor y actriz encuentre su máximo potencial creativo… que sean seguros de si mismos, que tengan la capacidad de proponer sus poéticas personales y sumarse a las poéticas de las personas con las que van a colaborar.

Blanca Guerra y Arcelia Ramírez fueron las madrinas de este espacio que albergará el esfuerzo y la pasión por la actuación que seguro tendrán sus estudiantes con programas que no solo están enfocados en personas jóvenes, también es para actores que ya cuenten con una formación. Guerra y Ramírez ambas egresadas del CUT se mostraron felices por la creación de esta escuela donde los actores se podrán formar. Sobre la formación en la academia Arcelia mencionó “Es un espacio extraordinario de búsqueda y consolidación de una técnica para que los actores puedan ejercer con mayor libertad su profesión.”

La idea de generar esta escuela comenzó en pre-pandemia, este proceso se ha consolidado durante este tiempo…ha sido complejo, pero es gratificante saber lo que pudimos desarrollar y estamos muy felices de crear una casa donde los estudiantes puedan darle rienda suelta a su imaginación. Nos dice Regueira respecto a este barco que él mismo ayudó a construir. 

El conservatorio de actuación está ahí esperando a sus nuevos alumnos, esas paredes serán un lugar que guardarán la energía de muchas personas que darán su esfuerzo por mejorar continuamente, un espacio seguro como menciona del Río, un sueño que han logrado cumplir y que ayudará a cumplir el de muchos más.