El último teatro del mundo, una de las obras que ha cautivado a grandes y chicos, regresa con la triste noticia de que será su última temporada o al menos como la conocemos “esta es la puesta original y el elenco original; esto no quiere decir que no pueda tener vida sin nosotros. No sabemos lo que pueda pasar, es el final de la puesta tal cual existe, pero yo tengo fe y el sueño de que otros países y otras latitudes vean esta historia para hacerla suya”, nos confesó Íker Madrid.

Foto: Itzel Noguez

La obra, cuenta la historia de Pina, una catarina dispuesta a encontrar su fama. Situada en un mundo posmoderno donde ya no hay teatros, se hace un recorrido a través de temáticas como la amistad, la sensibilidad, la identidad y la aprobación. La puesta en escena cuenta con música en vivo a partir de instrumentos hechos por la Orquesta Basura y otros objetos de reciclaje. La capacidad histriónica se suma a la música así como a la imaginación del público para hacer nacer la magia sobre las tablas. 

José Manuel López Velarde, director de la obra, explicó los retos de hacer que todos los elementos pudieran converger en una historia llena de mensajes, que pudiera ser igual de disfrutable para niños que para adultos. “El reto es aventarte y conjuntar las partes”. Asimismo, habló de la importancia que tuvieron sus hijas como motor para sugerir una nueva temporada. 

Foto: Itzel Noguez

Por su parte, el elenco, que repite desde su primera temporada, recordó los primeros días en el proyecto. “Todo conspiró en el universo para que fuéramos nosotros quienes estuviéramos aquí. Fuimos conectando poco a poco para coincidir. Recuerdo que José (Manuel López Velarde) subió una foto a twitter en Times Square y dijo ‘estoy escribiendo una nueva obra’. Yo no sabía qué era pero pensé ‘ojalá que haya un papel ahí para mí’, tengo una gran admiración por él, por su trabajo. Es de esas cosas que uno decreta y cuando te toca, te toca” contó Mauricio Hernández.

El actor junto con Iker Madrid, Pablo Rodríguez, Paloma Cordero, Juan Pablo Ruiz Briz y Paloma Hoyos, coincide en el significado que tiene, en sus vidas, el teatro así como el haber sido parte de esta producción. Y es que participar en El último teatro del mundo, no sólo fue un parteaguas en sus carreras como actores, explicó Paloma Cordero, “también ha sido emocionante ser parte de este gran equipo para ver cómo hemos crecido”.

Foto: Itzel Noguez

El compañerismo y la amistad del elenco ha trascendido los escenarios, al reconocer que no sólo comparten el amor por el teatro, sino que juntos han podido formar “una amalgama de amor para compartir y ayudarnos unos a los otros” expresó Marco Paredes. Hoyos, ahondó en el sentimiento de grandeza que representa el poder ser un agente para cumplir las metas o sueños del otro; para reafirmar el director agregó que la sensibilidad de un artista, también se ve reflejado en el compartir, en el sumar a partir de la conexión con el otro. 

Sonrientes, en complicidad, también hablaron de que esta nueva temporada reúne a los actores en una punto distinto de su vida, luego de cinco años regresan con otros aprendizajes. “Hemos evolucionado, no somos los mismos, hemos cambiado y la puesta en escena se hará evidente” dijo Paloma Cordero. La obra es la ejecución precisa de toda una coreografía individual y al mismo tiempo colectiva; el poder de su mensaje, además, propicia que cada función pueda ser completamente distinta al pensar el estado mental y emocional con la que se observa la función. 

Foto: Itzel Noguez

Paloma Hoyos, agregó “Después de dos años de no hacerla, la volví a ver en los ensayos, me di cuenta de que de alguna manera ya la había normalizado, y pude ver el tamaño de la obra, el talento de mis compañeros. Me sorprendí de nuevo, estoy segura de que el público también se volverá a sorprender”.

El último teatro del mundo es un musical que nos hace viajar a un mundo de esperanza, pero también es un must see para los amantes del teatro.  La oportunidad de revirvirla o descubrirla llegará a La Teatrería todos los sábados y domingos del 13 de febrero al 12 de abril. Sin duda, un montaje que no deben ni quieren perderse. 

Foto: Itzel Noguez