Cuando escuchas sobre las artes escénicas pensamos en los espectadores sentados en una butaca, viendo hacia adelante y los artistas en aquel escenario que se encuentra un tanto más arriba en donde los espectadores voltean para poder ver lo que se presenta ahí, la participación del público en muchas ocasiones se limita a observar y aplaudir al terminar la presentación, pero en Gramma la idea es distinta nos invitan a repensar los espacios, el cuerpo, la forma en que participamos como espectadores. 

Un proyecto que busca innovarse dónde se invita al público a relacionarse con la experiencia que presentan desde el ángulo en el que los espectadores los prefieran ―siempre con la idea de respetar la instalación― esto mismo se ve reflejado en el trabajo del elenco que permanece inmóvil entre las instalaciones donde se presentan, que es otro de los elementos que resalta de esta producción pues las funciones se dan en el Museo de la Ciudad.

La experiencia de entrar al museo después de su cierre para recorrer sus patios y relacionarnos con el ambiente antes de empezar es algo que te hace salir de una forma tradicional de disfrutar de estos espectáculos, comienzas a reconocer el espacio para escoger el mejor lugar donde observarás el espectáculo, pero del que te sientes parte desde el momento de ingresar. 

Gramma se trata de un grupo de bailarines contando diferentes historias que van mostrando la forma de relacionarse de los seres humanos, cada uno de los números está acompañado por el uso de una iluminación diferente y canciones que definen los movimientos del equipo.

Mauricio Rico fue el encargado de realizar el trabajo de dirección del montaje y recientemente pudimos ver su trabajo en Calle Amor donde estuvo a cargo de la coreografía ―trabajo que lo llevó a recibir el reconocimiento de la Agrupación de Críticos y Periodistas de Teatro por Mejor Coreografía/Movimiento escénico. También se encuentra nominado a los premios Metropolitanos de Teatro en la categoría de Mejor Coreografía y/o Movimiento para una Obra― que es uno de los elementos más memorables de la puesta.

Gramma genera la misma sensación que aquel final, pero en esta producción es durante los más de 60 minutos que dura el performance y la iluminación que trabaja Sergio Ecatl se convierte en un elemento que resalta los movimientos de los bailarines en escena pues logra formas que delimitan el espacio en el que se mueven, una combinación ganadora.

No te pierdas Gramma en el Museo de la Ciudad, se estará presentando los días, 1, 2, 6, 7, 8, 9, 15 y 16 de octubre con una función a las 19:00 horas.