“Hubo un momento en que yo culpaba a todo y a todos por todo el dolor y el sufrimiento y las cosas que me pasaban y que vi que le pasaban a mi gente. Culpaba a todos. Culpaba a los blancos, a la sociedad, a Dios. No veía respuestas, porque mis preguntas estaban mal”.

A 20 años de haberse estrenado Historia Americana X, la potencia de su mensaje parece haber retomado relevancia en nuestra realidad actual, un contexto donde Donald Trump nos hizo voltear hacia los tiempos de los dictadores abiertamente racistas; donde el hartazgo hacia la globalización, pelea codo a codo con la necesidad de ser políticamente correctos; donde Hollywood y sus celebridades dictan cuál es la ideología o el grupo vulnerable en turno a proteger.

En 1998, el director británico Tony Kaye rodó la historia de Derek Vinyard -un imperial Edward Norton- y su hermano menor Daniel Vinyard -un muy correcto Edward Furlong-, dos jóvenes de los suburbios americanos que caen en las redes de una unidad neonazi y que encuentran aquí, un escape para huir de sus tragedias familiares y el tumultuoso cambio de su contexto migratorio.

Historia Americana X no es una película perfecta. Sus trampas melodramáticas, sus giros argumentales predecibles y la superficialidad a la hora de abordar el tema del racismo, pudieron haber hecho de éste un film olvidable. Sin embargo, la fortaleza con la que Kaye dibuja a sus personajes y sobre todo, la imponente presencia de Norton -el actor más desperdiciado en la historia del cine americano moderno-, hacen que la película sea dramáticamente emocionante y éticamente coherente.

Para entender la importancia de Norton en la creación de la película, no sólo hay que acercarnos a su actuación, también debemos descubrir su compromiso, el actor rechazó un papel estelar en Rescatando al Soldado Ryan para seguir con la filmación de Historia Americana X; tenemos que resaltar su valor, el papel originalmente fue ofrecido a Joaquin Phoenix, pero el actor temió interpretar a un neonazi al considerarlo un papel”repugnante”. Finalmente, es necesario celebrar su talento, Edward Norton no sólo actuó, sino que participó en el guión, la edición final y en algunas decisiones argumentales de la película.

En estas épocas de fragilidad ética, indecisión ideológica y espiritualidad voluble, es importante que los jóvenes -y los que no los somos tanto- nos acerquemos a las posturas honestas que ofrece el arte, que descubramos o regresemos aquellos libros o películas que son capaces de ofrecernos opiniones directas. A pesar de cargar con defectos y clichés, Historia Americana X es una obra endemoniadamente entretenida y con la capacidad de decretar una actitud simple y conmovedora contra el racismo.

En un pasaje de la película, Daniel recuerda a su hermano mientras escribe su ensayo titulado “Historia Americana X”: “Derek dice que es bueno acabar un trabajo con una cita. Dice que alguien más ya lo dijo mejor… así que si no les puedes ganar, plagia y lúcete”. Para terminar este texto, escogí una cita sencilla que representa muy bien la esencia del filme, así que procedo a plagiar y lucirme:

“Mi conclusión es que el odio es un peso. La vida es demasiado corta para vivir enojado. No vale la pena”.

 

  • American History X
  • Estados Unidos, 1998
  • Director: Tony Kaye
  • Guión: David McKenna
  • Con: Edward Norton, Edward Furlong, Beverly D’Angelo, Jennifer Lien, Ethan Suplee, Fairuza Balk.
  • Duración: 119 min.