“Utilizar el propio ser para dar un ejemplo a la sociedad”

José Caballero

José Caballero es investigador y docente, uno de los más reconocidos directores y formadores de actores en nuestro país; con más de 40 años en los escenarios el profesor Caballero ha dirigido más de 80 puestas en escena, desde William Shakespeare hasta Bertolt Brecht, pasando por Sor Juana Inés de la Cruz y Calderón de la Barca; además es autor de obras como “La suerte suprema” y “Frente al olvido”. También ha colaborado en la Universidad Autónoma Metropolitana, la Universidad Nacional Autónoma de México y en la Compañía Nacional de Teatro del INBA.

Para nosotros es un gusto presentarles la siguiente entrevista con el profesor José Caballero, director de la carrera de Dirección Escénica, de la escuela Casa Azul. La pregunta obligada respondía a la trayectoria de la escuela; “Casa Azul surge como respuesta a la necesidad de formar actores, con una perspectiva que les permita trabajar tanto en teatro como en medios de comunicación, aquí, de lo que se trata es de proveer una formación que les permita desempeñarse en televisión, cine, doblaje y radio.” explicó Caballero.

Como director de doblaje en Casa Azul, Caballero entiende la importancia de hacerse uno con el personaje que dobla, de comprenderlo a nivel físico, mental y argumental. “Hay que lograr transmitir el carácter de esos personajes, hacerlo en nuestro idioma y controlar lo que llamamos lip sync, es decir que coincida la fonética con las expresiones de la boca; fundamentalmente es transmitir un carácter”.

A través de una postura en donde convergen distintas visiones y posturas en torno al arte de la actuación del cual, explicó José Caballero se trata de un estilo de vida del que no existe la jubilación. “Cuando comenzamos a dirigir o actuar aspiramos a morir en escena” con esas palabras recordó a  Juan José Gurrola o Ludwik Margules y generaciones que comenzaron como dramaturgos con la necesidad de montar sus obras, tal como sucedía en el Teatro México; “desde entonces ya había una inquietud por la formación del director.”

Como líder de la carrera en Casa Azul, nos contó cómo conformó junto al director de la escuela Ignacio Flores de la Lama y al dramaturgo y director Alberto Villarreal el programa Dirección Escénica. En sus palabras se evidenciaba su pasión “encontramos un abanico de necesidades que debemos cubrir, el teatro y la ficción escénica son artes polisémicos, es la unión de muchos lenguajes, un director de escena debe tener cierta conciencia de las artes musicales, corporales, teoría dramática, historia y filosofía; de esta manera es como nosotros integramos nuestro programa de estudios.” expresó.

José Caballero

Casa Azul, integra además un enfoque de medios audiovisuales como la televisión, cine o la radio para lo cual, nos explicó Caballero se convocó a profesionales como Luis Carlos Carrera, Sergio Cataño, Alejandro Iglesias y Ángeles Castro así como profesores del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos o el Centro de Capacitación Cinematográfica. Asimismo, se busca una formación que responda a las demandas actuales, por ello se impulsa por igual la práctica de grabaciones en formato celular así como con equipo más sofisticado y especializado.

Como periodista, me resultaba importante conocer cómo una carrera de este tipo podría beneficiar a quienes se han especializado en la cobertura teatral. El también director de ópera entusiasmado detalló en las posibilidades de realización para el gremio. “lo primero es darle las herramientas para que pueda dirigir, pero el principal beneficio para él, sería entender mejor lo que está sucediendo en escena, situaciones que van más allá de su crónica, que haya un conocimiento más profundo.”

Como bien dicen, el conocimiento da poder, de esta manera Casa Azul pretende empoderar a sus egresados a través de una amplio revisión sobre el surgimiento y evolución del drama, así como del espectáculo. Además de capacitarlo para visualizar la escritura y estructura en escena, producir, emprender y promover sus propios proyectos.

Con un reducido pero selecto estudiantado, si algo garantiza este proyecto formativo es la calidad de su programa, en donde figuras como Cassandra Ciangherotti o Pablo Perroni han tenido que poner en pausa sus estudios por ser actores en activo. Tanto la carrera como la escuela abre paso a distintas tendencias desde teatro hasta cine.

“Se trata de mejorar la calidad de nuestro teatro, de nuestras artes, de las artes que están basadas en la ficción y en la actuación; queremos mejores actores, lo que implica es que para ser un mejor actor, hay que ser una mejor persona; ser consciente que no es un lugar donde voy a tener fama y ganar, al contrario, tenemos una obligación, una obligación de servicio hacia la sociedad. Es plantarnos desde el surgimiento del arte dramático, pasando por utilizar el propio ser para dar un ejemplo a la sociedad, hasta retratar los vicios de la misma, de nuestros caracteres; superar la condición humana; es al final de cuentas contribuir a la mejoría del género humano”, exclamó con gran convicción el profesor.