Esta semana el álbum Atom Heart Mother cumplió 48 años de ser lanzado como quinto disco de la banda británica Pink Floyd. Producción que alcanzó el primer lugar en las listas de Europa y un parteaguas en el ámbito musical para el cuarteto de Cambridge.

Este disco representa un gran paso para la transición del Rock Psicodélico estilo implantado por el ex guitarrista de la banda, Syd Barrett; a una música más apegada a la sinfonía, experimentación y complejidad dentro de la composición de las piezas que conforman Atom Heart Mother.

Pese a que el concepto del álbum está totalmente desdibujado, ya que las pistas están realizadas bajo la idea individual de los miembros de la banda, Pink Floyd no abandonó su apuesta por las portadas genuinas de Storm Thorgerson, cuya vaca, nombrada como Lulubelle III, fue la fotografía aceptada por el grupo.

Además de la portada sin texto, que llama la atención desde la primera impresión, el nombre del disco está basado en una noticia encontrada en el diario Evening Standard, por Roger Waters, quien encontró la nota informando sobre una mujer embarazada que fue sometida a una cirugía de corazón y contaba con un marcapasos atómico.

“Corazón atómico de madre” sería el juego de palabras que el bajista de Pink Floyd integraría para sustituir de “Amazing Pudding”, cuya idea no convencía a ningún miembro.

Más allá de la posible espontaneidad que rodea al disco, en lo musical podemos encontrar cinco pistas dónde la experiencia es bastante ambivalente, dicho de otro modo, la oferta individual de cada canción encarna perfectamente la personalidad de sus autores.

Hablando en términos un poco más generales, tres de las cinco piezas podrían estar circunscritas dentro de la esfera taciturna y nostálgica que perfectamente sabe recrear la banda. Las restantes juegan el papel renuente, es decir, pistas en las cuales la música parece aferrarse a su pasado con Syd Barrett.

If sería el primer pilar para dar a conocer la personalidad melancólica de un Roger Waters que vivía confundido en relación a sí mismo y a su alrededor, todo ello encarnado en una canción autodescriptiva donde sentimos la decadencia de su espíritu y cierta aversión por el entorno.

Fat Old Sun es una balada de David Gilmour, quien sustituyó a Barrett en la guitarra y en la voz. Atom Heart Mother es el argumento donde comenzamos a sentir la verdadera versión del músico, cuyas ideas se encontraban en un proceso de maduración, no obstante, es el primer acercamiento a su estilo, el cual podemos visualizar en discos más actuales como On An Island.

Rick Wright se mostraría con Summer 68, el número se debe al año en que se lanzó el álbum, la letra es una crítica al modo en que los protagonistas del Rock viven los días cargados de placeres carnales, excesos destructivos y la pérdida de la introspección de uno mismo.

Alan Psychedelic Breakfast es aquel apego por el género que predominaba en Pink Floyd durante sus primeros discos, un instrumental de 13 minutos aproximados llenos de motivación para levantarse a comenzar el día. La pieza puede llegar a percibirse curiosa o graciosa, pero la virtud radica en la madurez de la banda para estructurar canciones largas, darles continuidad y sentido, algo que no ocurrió en su antecesor Umagumma.

Finalmente, la canción más importante, la piedra angular para eminencias como Echoes y Shine On Your Crazy Diamond; la primera canción, titulada con el nombre del disco, es una obra apoteósica, catalogada de Sui Generis dentro del mundo de la música moderna.

Atom Heart Mother es una pieza, considerada sublime por la cantidad de instrumentos sinfónicos empleados, como de los convencionales para una banda de rock, además del uso de coristas. El montaje de la canción es una obra maestra de la producción musical para todas las épocas.

Pink Floyd mostró su capacidad para conectarse entre sus músicos y pudo impulsar el talento de cada uno de la mejor manera. El resultado es una atmósfera que sólo puede entenderse como el paisaje sonoro del inconsciente humano.

¿Por qué el inconsciente humano? Es una canción donde uno viaja a distintas facetas; los niveles de reflexión, éxtasis y tensión están enmarcados con la precisión de alguien que ha experimentado en carne propia dichas imágenes. Todo lo conceptualizado como etéreo, oscurantista e incognoscible, puede estar atrapado durante 23 minutos de Atom Heart Mother.

Escuchar este disco es una experiencia inigualable, también es un de esos grandes referentes que poco se toman en cuenta para entender la trayectoria de la afamada banda. Así que Atom Heart Mother es un paso más para encontrar aquellas sensaciones que no existían porque no eran conocidas.