La filmografía de Roman Polanski se puede resumir casi igual que su vida; llena de cortos momentos de gloria, largos momentos bajos y con muchos cambios y apuestas. Curiosamente, todas esas cualidades también se encuentran en el último trabajo del cineasta europeo, J’accuse.

El Oficial y el Espía (J’accuse) es una película italofrancesa de 2019, dirigida por Roman Polanski y estelarizada por Jean Dujardin, Louis Garrel, Emmanuelle Seigner y Grégory Gadebois. La cinta cuenta la historia del oficial Georges Picquart, quien descubre que el militar Alfred Dreyfus, fue sentenciado y encarcelado erróneamente bajo el cargo de traición. Ahora Picquart deberá demostrar y reunir las pruebas necesarias para ir en contra de la palabra del ejército de Francia.  

Desde el arranque de la película nos queda claro que estamos ante un director veterano. La fotografía de Pawel Edelman y la dirección de cámaras de Polanski nos da una imagen perfectamente ejecutada. Sin embargo, no se puede decir lo mismo de la dirección de actores, pues aunque es obvio que la producción cuenta con histriones más que capaces, el director los mantiene en la monotonía.

A lo largo del filme, se sostiene un ritmo solemne que ayuda en los momentos adecuados, pero que la mayoría de las veces resulta aletargante, incluso llega a aburrir. Dentro de este mismo apartado, el cineasta francés hace un uso errático de la música, pues parece olvidarse completamente de este recurso en momentos clave que claramente se beneficiarían de una poderosa banda sonora, sólo para retomarlo minutos después en situaciones poco trascendentes.

El guión de Robert Harris y Polanski utiliza la ironía y ligeros tintes de comedia en los diálogos y las acciones, para intentar representar los absurdos límites a los que las instituciones están dispuestas a llegar para sostener una mentira, para mantener una apariencia. Instituciones que están dispuestas a dejar que un hombre se pudra en la obscuridad, siempre y cuando sea en “aras de la imagen nacional”. No obstante, los personajes nunca alcanzan una profundidad suficiente como para preocuparnos en verdad por ellos.

El Oficial y el Espía, es una producción técnicamente eficiente que intenta hablarnos sobre temas relevantes, pues hoy, igual que en 1895, no debemos olvidar que un sólo individuo puede hacer la diferencia contra las injusticias institucionales, aún así, son contados los momentos verdaderamente emotivos o poderosos, pues su mensaje se pierde en un ritmo extraño, parco y actuaciones acartonadas. Aunque uno pensaría que el controvertido director de Rosemary’s Baby (1968) sería el indicado para hablar sobre la tragedia, juicios interminables y ser perseguido por la ley, nunca termina de levantar el vuelo. A pesar de lo dicho, para todos los amantes del cine de época y seguidores de Polanski, J’accuse llega a las salas de cine el 28 de febrero.