El tesoro de la juventud
Por siempre joven, así es como muchos quisiéramos mantenernos, al menos así lo recita la canción de Alphaville. No es el único tema, mucho menos obra donde la juventud es puesta sobre un pedestal. Es el estado donde los errores son permitidos, donde la euforia domina las acciones y también es el momento en el que nuestro cuerpo muestra su mejor cara para encajar en los estándares de belleza.
Lord Henry es el personaje que bien sintetiza un discurso que hasta nuestros días sigue vigente. Sería el año de 1890 cuando la historia de un hombre se vería influenciada por las palabras del Lord y así comenzaría la obsesión por vivir en una juventud eterna y dar satisfacción a todos sus deseos. Si la premisa no les es suficiente para saber de qué hablo, aquí otra pista: el joven hedonista se llamaba Dorian Grey.
¿Cuántos de nosotros no leímos la obra hace algunos años? Ya fuera por encargo escolar o gusto, nadie puede negar el misticismo con el que la novela logra envolver a sus lectores. El retrato de Dorian Grey es un clásico que ha inspirado a más artistas. La vanidad y el deseo que plasmó Oscar Wilde en su obra fueron influencia en la literatura, la música, el teatro, el cine y la televisión.
La estructura dramática y su estilo gótico, han hecho de la historia un clásico de la literatura. El retrato de Dorian Grey también da un discurso moralista sobre el bien y el mal. Sería justamente el retrato el reflejo de sus actos, sin metáforas el texto cita: “Por cada pecado que cometiera, una mancha vendría a ensuciar y a destruir su belleza […] El cuadro, igual o distinto, sería el emblema visible de su conciencia.”
Sin embargo, la obra no siempre tuvo el recibimiento del que hoy en día goza. Hace más de cien años cuando se publicó, causó polémica. Las tenues críticas sociales y algunas interpretaciones de los personajes se mezclaron con la vida personal de Wilde para llevarlo a juicio, donde su sexualidad seria cuestionada.
Hoy, a 162 años del nacimiento de uno de los literatos más importantes de la época victoriana, en Bogart Magazine te recomendamos sumergirte en el mundo de fantasía en el que la juventud es el símbolo de la libertad y el libertinaje. Dar rienda suelta a la satisfacción de los deseos se condena con menor severidad que en la madurez y donde el atractivo parece estar en su esplendor. Leer nuevamente El retrato de Dorian Grey, escrito por Oscar Wilde, será una grata experiencia para este lunes.