¿Cuál será la mejor forma de morir cuando ser mujer se siente como castigo? Sus letras estaban en un rincón, mujeres en un mundo de hombre. Alejandra Pizarnik, Sylvia Plath y Virginia Woolf cuentan su historia; detallan sus memorias para recordar que estuvieron en su época, aquí y ahora, que su poesía sigue viva. 

Tres poetas riendo mientras relatan sus intentos fallidos de encontrarse con la muerte deviene en un destino que a lo largo de sus vidas habían estado buscando, lo consiguieron y ahora reviven los sucesos que las atormentaban, cuentan los recuerdos escondidos que salen a la luz en una dinámica con las interpretaciones de Judith Inda, María Goycoolea y Pilar Couto, con una secuencia en vivo dirigida por Juan Carlos Delgado. 

La dramaturgia de Carlos Satizábal traspasa los pequeños recuadros que se dibujan en el monitor; se extraña el escenario, sin embargo, no hizo falta recorrer la ciudad y sentarse en una butaca para apreciar un discurso tan poderoso —que no es ajeno a nuestra realidad —. La música acompaña a Pizarnik, Plath y a Woolf tratando de hurgar en cada matiz de su desesperación, en sus vacíos y en la frustración de tener que ser sin saber qué o quién se es. 

“No es morir lo que más duele… es vivir, vivir duele más”. 

A pesar de que estas mujeres le dieron una herencia de enorme valor no solo al mundo de las artes, sino a la sociedad pues aportaron al proceso de emancipación tan necesario para la mujer que se ha ido desarrollando durante épocas y que, desafortunadamente no parece terminar pronto, pues vivir duele más cuando no hay sentido de la vida, no importa qué tan alto sea el umbral del dolor.

El equipo del Teatro La Capilla es el encargado de traer la programación de estas obras que se realizan vía ZOOM, una aplicación de descarga gratuita, en las que se dan instrucciones al público antes de dar inicio, para que, de una manera fácil y satisfactoria se pueda disfrutar de cada función sin interrupciones.